Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Vivir con diabetes en República Dominicana significa enfrentarse a diagnósticos tardíos, escaso acceso a tratamientos y mucho desconocimiento.
Santo Domingo.- La diabetes no es solo una cifra médica. Es una realidad que viven, muchas veces sin saberlo, más de un millón de dominicanos y según la doctora Dolores Mejía de la Cruz, endocrinóloga e internista, esta cifra podría ser el doble.
“Por cada paciente diagnosticado hay otro que aún lo desconoce. Vive a tu lado, desarrollando todas las complicaciones asociadas a esta condición”.
Un estudio del Instituto Nacional de Diabetes (INDEN), en colaboración con científicos japoneses, ha identificado un gen relacionado con la diabetes tipo 2, común en la población dominicana.
“Somos un crisol de razas. Esa mezcla nos hizo fuertes en muchos aspectos, pero también nos dio ciertas condiciones genéticas que no podemos ignorar”.
Es por eso que la doctora considera que el enfoque hacia la diabetes debe ser una política de Estado.
“No puede depender de la voluntad de un gobernante de turno. Necesitamos una ley que garantice acceso a medicamentos, seguridad alimentaria, educación desde las escuelas y espacios seguros para ejercitarnos”.
Agosto es el mes dedicado a la prevención y educación sobre la diabetes en República Dominicana, y la doctora Mejía recordó que “la prevención es la medicina de Dios”. Y en esa medicina, dos pilares resultan vitales: la alimentación balanceada y la actividad física regular.
Lea también: Un estilo de vida saludable para prevenir y controlar la diabetes
En palabras sencillas, la diabetes es una condición donde el azúcar en sangre sube por encima de lo normal y comienza a “oxidar” el cuerpo, dañando órganos poco a poco.
“Es como los hierros de Metaldón frente al mar, que se oxidan. Así mismo se daña el cuerpo cuando el azúcar sube”, explica la doctora entre risas.
La diabetes no avisa de inmediato, pero sí deja huellas. Cada minuto y medio puede causar un infarto; cada 2 minutos, un derrame cerebral; cada 6 minutos, una amputación; y cada 10 minutos, un fallo renal.
“Y sí, señores, también afecta la potencia sexual masculina, porque daña los nervios y las arterias. El pene funciona porque se llena de sangre. Si los tubitos se tapan, ya ustedes saben”, dijo la experta en el Programa Hoy Mismo.
Sobre la alimentación, la doctora tiene frases tan sabrosas como sus menús.
“Un espagueti con pan es una bomba para el páncreas. Carbohidrato con carbohidrato, eso no tiene madre”, dice con picardía.
“La pasta no es compaña, la pasta se acompaña”, repite, instando a que en cada plato la mitad sea vegetales, una cuarta parte proteína y la otra carbohidratos saludables.
En cuanto al ejercicio, es clara: “Debe hacerse de forma constante. Si dejas de ejercitarte por más de 72 horas, todo lo que lograste se pierde. No puedes darte ese lujo”.
Dijo además que: “El músculo es un órgano metabólicamente activo, no es solo para estar bonito. ¡Ejercicios que pesen, mínimo tres veces a la semana!”
“Cenar tres horas antes de dormir es vital. Y no es lo mismo comerse una fruta que tomar el jugo. Cuando comes la fruta, tiene fibra. Cuando tomas el jugo, va directo al intestino como una bomba de azúcar”, advierte. Y si te preguntas si debes eliminar todas las grasas, ella responde entre risas: “El colesterol es la base de las hormonas sexuales. No es eliminar, es saber cuál, y cuánto”.
El Observatorio Dominicano de Diabetes y diversas organizaciones han impulsado un proyecto de Ley de Diabetes que ya se encuentra en la Cámara de Diputados.
Esta ley busca garantizar medicamentos, educación, etiquetado frontal de alimentos y políticas públicas sostenidas que prioricen la salud de una población vulnerable y muchas veces desinformada.
“La educación es clave. Si un niño en la escuela aprende que el jugo no es mejor que la fruta, ese niño puede enseñarle a su mamá en casa. Y si doña Bartola ve una etiqueta negra que dice ‘perjudicial para la salud’, no necesita números para entender que debe dejarlo”, dijo la doctora.
Agregar Comentario