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La Sociedad Dominicana de Pediatría, Luz Herrera, tildó de “retroceso” y “mal augurio” el incremento de afecciones prevenibles mediante vacunación.
La expresidenta de la Sociedad Dominicana de Pediatría, Luz Herrera, calificó de “retroceso” y “mal pronóstico” el alza de enfermedades infecciosas que se pueden evitar con vacunas, como la tos ferina, difteria, tétanos y la enfermedad meningocócica en edades no neonatales.
Conforme al boletín epidemiológico de la semana 30 del Ministerio de Salud Pública, el país reportó 53 casos de difteria y un fallecimiento; 21 de tos ferina y dos decesos; y 13 casos de enfermedad meningocócica, con seis muertes.
Además, se notificaron 17 casos de tétanos, lo que representa un incremento del 15% en comparación con la misma semana de 2024.
“Pareciera que la tasa de vacunación ha mermado, y las enfermedades prevenibles por vacunas, en cambio, se han incrementado. Esa es la respuesta que doy a eso. Hay una disminución en la orientación y en la educación a las personas. Esto implica un retroceso en el sistema de salud”, expresó Herrera.
Esquema de vacunación
Herrera detalló que el esquema nacional de inmunización establece que la primera vacuna para el recién nacido es la BCG (contra la tuberculosis) y la de hepatitis B.
A los dos meses, se aplican la vacuna del rotavirus (que previene la diarrea severa), la IPV (contra la poliomielitis) y la del neumococo.
Luego, se continúa con la vacuna pentavalente, que previene la difteria, tétanos y tos ferina. Se aplica a los dos, cuatro y seis meses, junto con la del neumococo.
A los doce meses, se debe aplicar la vacuna de la influenza o gripe estacional y la Triple Viral, que previene el sarampión, la rubéola y la parotiditis (paperas). A esa misma edad, se coloca otro refuerzo del neumococo.
A los cuatro años, el infante recibe un segundo refuerzo de poliomielitis y nuevamente la vacuna pentavalente.
“Estas enfermedades son más frecuentes en los menores de cinco años. Han aumentado los movimientos antivacunas y, debido a esto, hay descuido de las autoridades, pues van a aumentar (estas cifras)”, manifestó Herrera.
Agregó que de nueve a catorce años se coloca un tercer refuerzo de la vacuna contra la difteria y el tétanos.
En el caso de las embarazadas, Herrera indicó que también se les aplica una dosis de la vacuna pentavalente y la de la gripe estacional en los primeros meses de gestación.
La especialista recomendó, ante el incremento de estos casos, completar el esquema de vacunación del Ministerio de Salud Pública, seguir sensibilizando a los padres sobre la importancia de las vacunas y que los centros de salud las sigan aplicando, ya que previenen la mortalidad y morbilidad (aparición de enfermedades).
Es una infección bacteriana grave que afecta las membranas mucosas de la nariz y la garganta. Se previene con la vacuna DPT, incluida en el esquema nacional de inmunización. Sus síntomas incluyen dolor de garganta, ronquera, inflamación de los ganglios, secreción nasal, fiebre y cansancio.
La tos ferina
También conocida como pertussis o tos convulsiva, es una enfermedad respiratoria muy contagiosa. Afecta principalmente a niños pequeños con ataques severos de tos que dificultan la respiración. Sus síntomas iniciales se asemejan a un resfriado, pero la tos se vuelve más intensa y característica.
Enfermedad meningocócica
Es una infección bacteriana grave que puede causar meningitis (afectando el cerebro y la médula espinal) o septicemia. Los síntomas incluyen fiebre alta, dolor de cabeza intenso, rigidez de cuello y, a veces, una erupción cutánea.
El tétanos
Es una enfermedad grave que afecta el sistema nervioso. Se adquiere por heridas contaminadas y, aunque no se contagia entre personas, es prevenible con la vacunación. Sus síntomas incluyen rigidez muscular y espasmos dolorosos.
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