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Aunque el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, sea su protegido, Estados Unidos debe evitar a toda costa la ocupación militar de la Franja de Gaza y el desplazamiento de sus residentes. Dado que no ha querido detener el genocidio de palestinos en la zona, el presidente estadounidense Donald Trump puede frenar la barbarie de Netanyahu en Gaza. Cientos de personas han perdido la vida buscando alimentos en centros de distribución que han sido habilitados desafiando los bombardeos de Israel. Incluso la única iglesia católica de la zona fue atacada por soldados israelíes en esta guerra de exterminio. Ahora Netanyahu planea militarizar la zona y desalojar a los habitantes, sin importar el rechazo ni las consecuencias, un plan que solo Trump puede evitar.
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