Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
El anuncio del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, confirmando la elección de José Offerman, es un reconocimiento más que justificado.
Offerman defendió los colores de los Tigres del Licey durante 17 campañas, dejando una marca imborrable en cada una, jugando pocos turnos en temporada regular, aunque no fue así en semifinales y final.
Offerman, desde su llegada al país, habiendo sido abridor y tercer bate en equipos de Grandes Ligas, se enfundaba la casaca azul, siendo sinónimo de productividad y entrega.
En cada oportunidad mostró números de superestrella. De hecho, ocupa el segundo puesto en varios departamentos históricos de la franquicia, a pesar de haber jugado menos temporadas que quienes lideran esas listas. Su impacto fue inmediato y constante.
Es crucial destacar que su ingreso al Salón de la Fama es por su extraordinaria carrera como jugador, dejando para otra ocasión su trayectoria como dirigente. José con los Tigres del Licey, ganó tres campeonatos en las temporadas 1993-94, 2003-04 y 2005-06. Además, fue una pieza fundamental en esos títulos y participó en siete finales y 12 semifinales. ¡Una carrera realmente notable! Lideró en bases robadas en dos temporadas puntuales: la 1989-90 y la 1992-93, con 31 y 27 robos, respectivamente.
En total, sumó 80 robos en su carrera en la liga, ubicándose en el décimo lugar histórico. En sus 17 temporadas acumuló 344 partidos, casi 1,500 turnos al bate, 489 carreras anotadas, 319 imparables, 40 dobles, 10 triples y 10 jonrones, además de 119 carreras impulsadas.
Agregar Comentario