El autocuidado: una práctica imprescindible

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¿Qué es el autocuidado? El autocuidado se define como el cúmulo de actos y costumbres que las personas ejecutan conscientemente para conservar su bienestar físico, emocional y mental. Es una forma de dar cabida a las propias necesidades y asegurar que uno se encuentra en condiciones óptimas para enfrentar los retos diarios. Es una manera de renovar energías y fuerzas cuando las mismas se ven afectadas o no, y poder seguir adelante con las responsabilidades cotidianas en las tareas, oficios o trabajos que se realizan. ¿Por qué, aun cuando no nos sintamos afectados? Porque es ahí, justamente, donde hay que cuidarse, antes de llegar al agotamiento o burnout.

Para los psicólogos y psiquiatras, y todos quienes trabajan en el área de salud mental, el autocuidado adquiere un significado especial. ¿Por qué? Los profesionales de la salud mental estamos constantemente expuestos al sufrimiento emocional, traumas, dolor, experiencias de quienes buscan ayuda, lo que puede generar desgaste psicológico y estrés.

Practicar el autocuidado nos permite preservar la salud mental, mantener la calidad en las intervenciones que ofrecemos y prevenir el agotamiento profesional. Entre las estrategias más útiles para lograr esto se encuentran: establecer límites claros entre la vida laboral y personal, recurrir a supervisión profesional y dedicar tiempo al descanso y actividades recreativas.

Veamos cada una: los límites son necesarios en todos los ámbitos de la vida, pero saber diferenciar lo que es mío y lo que se queda en consulta es fundamental, para que el profesional no se sobrecargue con los temas ajenos, sin embargo, como seres humanos que somos, si esto sucede, es decir, que nos llevamos los problemas y situaciones de nuestros pacientes a casa, es imprescindible trabajar este tema con el terapeuta elegido para supervisión. Todo terapeuta debe tener una supervisión y un terapeuta propio, lo repito: somos humanos.

Tiempo de descanso y actividades recreativas: cuando pasamos gran parte de los días de la semana en un consultorio viendo pacientes, es una necesidad y casi obligatoriedad dedicar tiempo de ocio a nosotros, y/o a hobbies, tiempo de calidad recreativa, que es donde entra el autocuidado. Sea lo que sea que se decida hacer, hay que cuidarse para poder brindar calidad en nuestro servicio.