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Cincinnati está descubriendo a Terence Atmane por estos días. Zurdо, 23 años, 1,93 metros, con todo un futuro prometedor ya que apenas hay bagaje de renombre en su historial: dos títulos ‘challenger’, número 136 del mundo, una victoria y cuatro derrotas en el circuito profesional este año en el … donde ha ganado 265.000 euros. En semifinales del Masters 1.000 de Ohio, y de cualquier otro, por primera vez en su carrera tras un recorrido más largo que el de todos sus oponentes. Pues el francés se mete en la penúltima ronda del torneo – recompensa de 284.000 euros y un salto al top 100- desde la fase previa. Y de pronto, desafía este sábado a Jannik Sinner.
No de golpe, con siete partidos de convicción y nada que perder con los que ha eliminado en el cuadro final a Yoshihito Nishioka, Flavio Cobolli (15 del mundo), Joao Fonseca, Taylor Fritz (4) y Holger Rune (9) con cierta autoridad cuando nunca había podido vencer a ningún top 10, ni había superado la tercera ronda de ningún Masters 1.000. Hasta ahora. “Casi no pude dormir después de vencer a Taylor. Traté de ser yo mismo en la cancha, disfrutar todo lo posible, porque no tenía nada que perder. Es la ventaja que tengo aquí al llegar desde la fase previa. Esto me dará mucha confianza para el resto de la temporada y para mi carrera en general”, reconocía el francés.
Mago en su tiempo libre -su apodo en Instagram es ‘The Magician’-, gran coleccionista de cartas Pokémon, y que comenzó a jugar al tenis por los videojuegos: su madre quiso sacarlo de las pantallas a las que se pegaba cada día después del colegio y le compró una raqueta. Según ATP, además, tiene un coeficiente intelectual de altas capacidades (158, la media es 90-109).
Le toca ahora poner a prueba su tenis, su cerebro y sus emociones en un desafío de los grandes, por supuesto, un Sinner que defiende el título en Ohio, que despachó sin oposición a Felix Auger-Aliassime, por 6-0 y 6-2, y continúa esta racha imperial sobre la cancha dura: 25 triunfos seguidos. Pero Atmane no va a dejar de soñar.
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