Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Haití ha sido invadido por EE. UU. once veces en los últimos 30 años, y sigue ocupado por tropas kenianas y bandas terroristas creadas por la CIA y equipadas por EE. UU.
En octubre de 2017 salió mi libro “Secretos y vivencias”, donde incluí este relato llamado “Tony y su autoseparación del PCD”, que hoy comparto con ustedes:
“Notable figura juvenil, hombre de acción y de fuerte carácter, que le llevaron a ser el responsable de la Comisión Militar del PCD, como miembro de su Comité Central; conductor destacado del Comando de la calle Espaillat y del Comando San Lázaro, desplegó desde esos puestos todo el valor personal y la preparación militar que poseía, participando directamente en acciones heroicas y en la actividad militar del partido y de la revolución de abril.”
“Solo que su valiosa militancia izquierdista duró poco.”
“Renunció al PCD en enero de 1970, justo cuando llegué a Francia en camino a la URSS” (A raíz de mi salida clandestina, disfrazado de sacerdote).
“Lo hizo, a decir verdad, sin renegar, sin traicionar, argumentando simplemente que era un “hombre de la guerra de abril” y que la política que el PCD iba a llevar a cabo no tenía esas características.”
“Lo hizo desde la izquierda, aunque ciertamente primero se abstuvo de hacer política y luego adoptó desde su profesión y como ejecutivo empresarial una postura funcional al sistema, e incluso cada vez más cercana a los partidos del orden establecido opuestos a Balaguer (PRD primero y PLD después).”
“Para mí fue un golpe muy duro, con un fuerte impacto emocional.”
“Somos hermanos únicos, inmersos en una fraternidad especial dentro de una familia muy unida por el amor.”
“Decidí rápidamente “encajar el golpe”, expresándole mi profundo desacuerdo con su decisión, mi voluntad de seguir la lucha sin pausa alguna y reiterándole mi cariño de hermano por siempre y para siempre.”
“Así fue”. “Así ha sido.”
“Ambos supimos trazar las debidas fronteras entre nuestros roles sociales y políticos contradictorios, y el amor de hermanos.”
Todo lo ocurrido, que no fue fácil en los 55 años siguientes, se ajustó a esa actitud asumida por ambos, impregnada en el amor fraternal y en el inmenso cariño a mamá y papá.
Y hoy, en esta columna de tantos cambios y emociones, solo deseo repetir que “abrazo hasta la eternidad nuestra hermosa hermandad y reitero que todo mi ser y todo el inmenso cariño de Lulú y de nuestros hijos, nietas y nieto, seguirán a su lado”.
Agregar Comentario