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La cantidad de sueño que requieren los niños varía según su edad. Los preescolares deberían dormir hasta 13 horas. Los preadolescentes necesitan entre 9 y 12 horas. Los adolescentes rinden mejor con entre 8 y 10 horas de sueño.
Tras un verano de vacaciones y noches más extensas, es el momento de ajustar las alarmas para la vuelta al colegio.
Dormir lo suficiente ayuda a los estudiantes a mantenerse concentrados y atentos en clase. Los expertos sugieren que es aconsejable que los niños retomen la rutina gradualmente al iniciar el nuevo curso escolar.
“No decimos ‘duerme bien’ solo por decirlo”, explicó la pediatra Dra. Gabrina Dixon, del Hospital Nacional Infantil. “Realmente ayuda a los niños a aprender y a desenvolverse durante el día”.
La cantidad de sueño que necesitan los niños cambia conforme crecen. Los niños en edad preescolar deben dormir hasta 13 horas. Los preadolescentes necesitan entre 9 y 12 horas. Los adolescentes se sienten mejor con entre 8 y 10 horas de sueño.
Establecer una hora de acostarse más temprana
Acostarse temprano puede pasar desapercibido durante el verano, ya que los niños se desvelan con pijamadas, maratones de películas y vuelos largos. Para retomar el hábito, los expertos recomiendan acostarse temprano una o dos semanas antes del primer día de clases, o gradualmente, adelantar la hora de acostarse entre 15 y 30 minutos cada noche.
Evita comer mucho antes de acostarte y mira menos televisión o pantallas dos horas antes de dormir. En su lugar, intenta actividades relajantes para desacelerar, como ducharte y leer un cuento.
“Intentas liberarte de la carga cognitiva”, señaló el Dr. Nitun Verma, portavoz de la Academia Americana de Medicina del Sueño. “Es como si estuvieras conduciendo y soltaras el acelerador poco a poco”.
Los padres pueden adaptar sus planes para la vuelta al cole según lo que mejor se adapte a sus hijos. Nikkya Hargrove adelanta 30 minutos la hora de dormir de sus hijas gemelas la semana anterior al inicio de clases.
A veces, sus hijos de 10 años negocian unos minutos extra para leer. Hargrove indicó que esas conversaciones son importantes a medida que sus hijos crecen y aprenden a defender sus propias necesidades. Si se quedan despiertos hasta muy tarde y no tienen una buena mañana, Hargrove considera que también puede ser una experiencia de aprendizaje.
“Si están aturdidos y no les gusta cómo se sienten, entonces saben: ‘Está bien, necesito dormir más temprano'”, explicó Hargrove, autora y propietaria de una librería independiente en Connecticut.
Por la mañana, disfrutar de un poco de luz natural, ya sea sentándose junto a una ventana o saliendo al exterior, puede ayudar a activar el cerebro, afirma Verma.
Combatir la ansiedad antes de dormir al volver al cole
La calidad del sueño es tan importante como su duración. El nerviosismo del primer día puede dificultar conciliar el sueño, sin importar lo temprano que sea la hora de acostarse.
Dixon comenta que los padres pueden hablar con sus hijos para descubrir qué les causa ansiedad. ¿Es el primer día en una escuela nueva? ¿Es el miedo a hacer nuevos amigos? Luego, podrían probar algunas actividades para reducir el estrés antes del inicio de clases para que les resulten menos intimidantes; por ejemplo, visitar la escuela o conocer a sus compañeros en una jornada de puertas abiertas.
Las semanas previas pueden ser muy intensas y no siempre es posible preparar una rutina con antelación. Pero los niños se adaptarán con el tiempo, por lo que los expertos en sueño recomiendan que los padres hagan lo que puedan. Después de todo, sus hijos no son los únicos que se adaptan a una nueva rutina.
“Siempre digo: ‘Respira hondo, todo irá bien'”, concluyó Dixon. “Y simplemente empieza a implementar ese horario”.
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