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“Fallos” en la presa de Monte Grande podrían suponer “un riesgo latente” para la región

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Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

Se afirma que el presidente Luis Abinader ha recibido múltiples informes sobre fallas en la edificación de la presa.

Hace más de medio siglo que el Suroeste demanda la construcción de la presa de Monte Grande, un proyecto que transformaría sus realidades de miseria por otras de esperanza, pero ahora, cuando se está más cerca del “metro del Suroeste”, se convierte en una potencial “amenaza” que pone en riesgo a la región.

Así lo expresó el ingeniero Leonardo, “Leo”, Mercedes durante una entrevista en el programa “A Media Mañana”.

Mercedes mostró satisfacción porque, a su juicio, el gobierno ordenó al Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrhi) investigar a fondo las denuncias sobre los defectos de construcción y riesgos de la presa, con el apoyo de un panel internacional de especialistas, así como visitas de inspección a la obra.

Según relató en el programa, el presidente Luis Abinader ha recibido numerosos reportes sobre defectos en la construcción de la presa; los cuales, aseguró, no solo representan un peligro para la estabilidad de la infraestructura, sino que también, ponen en riesgo a las comunidades que habitan aguas abajo.

En consonancia con esto, el Instituto Sismológico Nacional de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) informó que las cuatro provincias de la región Enriquillo son las más vulnerables y con riesgo sísmico en el país.

En una carta enviada el pasado mes de julio de 2025 a las diferentes autoridades involucradas, sostuvieron que esta presa tiene 20 meses acumulando agua sin conexiones derivadoras, canales de riego, acueductos ni hidroeléctrica, lo que conlleva un aumento de la presión hidráulica.

A su vez, la falla de Enriquillo originó una fractura tectónica con una depresión de hasta 40 metros bajo el nivel del mar, generando la hoya del lago Enriquillo.

“El presidente y su gobierno reconocieron la veracidad de la información tras una primera revisión, solicitando al Indrhi actuar e investigar a fondo los posibles defectos de construcción que están presentes en la obra”, expuso el ingeniero Mercedes.

Como parte de esos esfuerzos y por el reconocimiento de las autoridades, dijo que se conformó un equipo externo para garantizar imparcialidad, que incluye geólogos, ingenieros hidráulicos y de seguridad estructural, los cuales tienen la responsabilidad de evaluar “riesgos” y proponer “correcciones técnicas”.

Se llevó a cabo una visita de inspección, encabezada por el director ejecutivo de la institución, Olmedo Caba Romano, el geólogo Osiris de León y el director general de la Oficina Nacional de Evaluación Sísmica y Vulnerabilidad de Infraestructura y Edificaciones (Onesvie), Leonardo Reyes Madera, con el objetivo de verificar puntos críticos de la presa, los cuales había denunciado la Coalición Enriquillo (CE).

Cuando a finales de enero de 2024 el presidente entregó el embalse de la presa, prometió iniciar de inmediato el proceso de licitación para contratar las infraestructuras complementarias ese mismo año, pero esto no sucedió.

Las obras pendientes: canales colaterales, la línea de alimentación del Acueducto Regional del Suroeste (Asuro), entre otras, son lo que permitirá al Proyecto Múltiple Presa de Monte Grande funcionar en su totalidad, algo que no ha ocurrido en casi dos años desde la entrega del embalse por el presidente Abinader.

Según el ingeniero Mercedes, el gobierno, al formar este panel de expertos, está reconociendo la gravedad de los defectos de construcción en el importante proyecto.

Mercedes explicó que sobre la problemática técnica del proyecto, el director ejecutivo del Indrhi, Olmedo Caba Romano, no ha informado correctamente al presidente de la República.

“Antes de empezar a operar la presa, ya aparecen esos defectos de construcción y no puede ponerse en funcionamiento porque, previamente, deben corregirse, y no son los únicos”, expuso.

Del mismo modo, citó como otros fallos de la presa el hecho de que una de las compuertas no se abría por los mecanismos operativos, por lo que se recurrió a grúas para “desanclarla”, y luego no hubo ajuste entre el hueco y la puerta para volver a colocarla en su lugar y que funcione con normalidad.

A la vez que consideró, según criterios técnicos, que esa obra no solo no puede ponerse en operación, sino que tampoco puede ser recibida por el gobierno dominicano como terminada por parte de la empresa contratista.

Mercedes cuestionó la falta de voz en el Congreso de la República, a pesar de contar con senadores y diputados, que deberían hacer valer la voz de la región para exigir no solo la conclusión de la presa de Monte Grande, sino también que los trabajos se realicen correctamente.

En ese sentido, consideró fundamental que el director Caba Romano pudiera ser interpelado por senadores y diputados sobre la realidad de Monte Grande, “pero sin mentiras, sino con la verdad como norte”, porque cree necesaria una explicación sobre la situación real del proyecto.

“No decimos esto con la intención de alarmar; por el contrario, buscamos advertir sobre esta situación, que se investigue, que se tomen las medidas necesarias, como se está haciendo, y que se recomienden las soluciones”, indicó.

En ese sentido, reiteró que el Indrhi, en nombre del Estado, no debe ni puede recibir la presa hasta que no se corrijan sus defectos, cuyo costo debe asumir la empresa ejecutora del proyecto, no el pueblo dominicano.

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