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La democracia, desde tiempos remotos, se ha definido como el gobierno del pueblo. Para entenderlo mejor, consideremos la democracia occidental, originaria de los griegos y que conocemos por su relación con las revoluciones estadounidense y francesa. En esta democracia, todos somos iguales ante la ley. Las diferencias son marcadas por el dinero, la educación e incluso los grupos étnicos, pero en teoría, estas desigualdades no crean ciudadanos de diferentes categorías.Ahora, la interrogante es si la igualdad ante la ley equipara la calidad, el peso, el vigor conceptual y la lógica de nuestras opiniones.Puedes leer: El ‘poder duro’ de Estados Unidos en ALCTodos tenemos el derecho, en nuestro sistema democrático, de expresar nuestra opinión sobre cualquier tema, legislación o problema. Es el derecho a la palabra, el derecho a opinar…Estas reflexiones surgen a propósito del conocimiento del proyecto de ley del Código Penal y de la reforma del Código Laboral. Aceptemos que en una sociedad abierta, todos los ciudadanos, sin distinción, ejercieron el derecho de expresar sus ideas sobre estos temas.Pero, ¿qué ocurre si, por ejemplo, en el caso del proyecto de ley del Código Penal, los principales expertos fueran juristas en Derecho Penal, filósofos del Derecho, médicos gineco-obstetras y autores de libros e investigaciones sobre estos temas?Creemos que, sin violar los derechos ciudadanos, nuestro Congreso Nacional -diputados y senadores- debería promover diálogos que mejoren la calidad de las opiniones e informaciones sobre asuntos que regularán aspectos importantes de la vida nacional. Aspectos que usualmente escapan al conocimiento popular.Estas ideas surgen de la observación diaria y porque los legisladores acaban de iniciar una legislatura y han anunciado que tratarán asuntos de gran relevancia, como los códigos Civil, de Procedimiento Civil, de Procedimiento Penal y el antiguo proyecto de Ley de Agua.Nosotros, los medios, nos incluimos y afirmamos que estas observaciones también son válidas para los medios de comunicación social, quienes debemos esforzarnos por elevar la calidad de las opiniones ciudadanas que llenan nuestras páginas, pantallas y audios.
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