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La buena sintonía entre los presidentes del Senado, Ricardo de los Santos, y de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, en cuanto a la priorización de proyectos clave, rindió frutos en la legislatura anterior.
Tras ser reelegidos, ambos han reiterado que continuarán la colaboración para impulsar proyectos vitales para el país, incluyendo la reforma del Código de Trabajo. Es algo que se agradece.
Al ser legisladores del partido oficialista, les resulta más sencillo crear una agenda común. Además, cuentan con la ventaja de no enfrentar conflictos internos, ni siquiera por parte de los bloques opositores.
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La unión que consolidaron en los últimos días de la pasada legislatura facilitó la aprobación del proyecto que crea el Ministerio de Justicia y del controversial Código Penal, entre otros.
Con su labor, podrían mejorar la imagen de los congresistas, a menudo cuestionada por priorizar sus intereses personales sobre su desempeño.
Ante la falta de una agenda nacional consensuada para afrontar los retos más urgentes, De los Santos y Pacheco pueden marcar la pauta a nivel legislativo. Deben aprovechar esta oportunidad al máximo, en beneficio del pueblo y de los diferentes sectores.
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