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¡A votar, da igual!, se oía el viernes pasado en el pasillo que conduce a las redacciones de Hoy, El Nacional y El Día. Se celebraban las elecciones del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Prensa (SNTP) y quienes custodiaban la mesa buscaban sufragantes: no importaba si estaban afiliados al SNTP, si eran miembros del Colegio Dominicano de Periodistas (CDP) o si sentían interés por el voto; lo trascendente era que votaran por la plancha 1. Presionando al votante, su comportamiento fue tan penoso como cuando se acusan y contraatacan en las redes: se han difamado sin piedad, exhibiendo su escasa educación. Puedes leer: La despedida silenciosa de don Tony Isa Conde. Las elecciones de los gremios periodísticos son el reflejo de una sociedad que ofrece lo peor de sí en una contienda gremial o electoral: nunca está a la altura. Pero, ¿qué se puede esperar de un gremio incapaz de dar ejemplo? Nuestra casa, cual pocilga, contradice las críticas que hacemos a diario en los medios cuando alguna infraestructura está en mal estado. El tema de la titulación merece un artículo aparte porque es hora de replantear la Ley 10-91 que crea el CDP. ¡Ojalá que el impasse con la candidatura de José Beato sirva para hacer algo contra el intrusismo en el periodismo! Estas elecciones están llenas de lecciones y, además, de periodistas que carecen de moral para opinar.
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