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La disciplina y el coraje impulsaron a esta joven a escenarios que antes no había imaginado y con valentía afrontó cada desafío que se le presentó.
A sus 18 años, Christine Marie Jáquez se enfrentó a una proeza que muchos evitarían: en tan solo cuatro meses compitió en dos importantes concursos de belleza. Por un lado, el Miss Teen Internacional, donde llegó al top 15, y por el otro, el Miss Mundo Dominicana.
Lo más asombroso es que para el primero, solo tuvo tres meses para prepararse y todo esto sucedía mientras estudiaba enfermería en una universidad de Nueva York, razón por la cual llegó a viajar 14 veces al país durante el proceso.
“Yo me gradué de la secundaria y vine para acá (República Dominicana) unos meses y ahí alguien me dijo: ´tú das para modelo´. Y luego de ahí las cosas fueron cambiando. Fui a un casting y de inmediato me eligieron”, cuenta la joven que antes de esto no tomaba en serio el mundo del modelaje. Le gustaba el maquillaje, los tacones y se preocupaba por su imagen, pero los certámenes de belleza no habían estado en su horizonte de sueños hasta ese día.
Así, Christine Marie de pronto se vio involucrada en clases de oratoria, pasarela, estilismo y otras actividades que le permitieron en poco tiempo estar a la altura de las demás candidatas, quienes tenían años de experiencia. Todo esto para estar lista para la gala final del Miss Teen Mundial el tres de agosto de 2024, en El Salvador, donde representaría al país.
Eso sí, cabe aclarar que su porte, belleza y delicadeza resaltan a simple vista. A la entrevista con periodistas del Listín Diario llegó con su vestido de flores dos dedos arriba de la rodilla, unos tacones que solo una reina de belleza puede dominar y su rostro lo adornaba una sonrisa cálida. Ella afirma que es un poco tímida, pero que estos concursos la han ayudado a soltarse.
“Creo que parte de mis nervios se debían a que esas chicas llevan desde pequeñas en el modelaje y yo estaba recién comenzando en ese mundo, pero el certamen de Miss Teen Mundial me hizo sacar fuerzas, las cuales no creía tener”, dice la joven que acaba de cumplir 19 años.
“Fue una experiencia inolvidable, viví muchos retos, pero también tuve el gran honor de representar a nuestro país y me llenó de tanta alegría poder hacerlo y dar lo mejor de mí”, agrega. Al final, sus esfuerzos tuvieron frutos, pues colocarse en el selecto grupo del top 15 es un logro que hay que reconocer, sobre todo con tan poco tiempo de preparación.
Para noviembre de 2024, quiso probar suerte nuevamente participando en el certamen nacional del Miss Mundo Dominicana, pero lamentablemente no tuvo la misma fortuna y no fue seleccionada. Aún así, no se desanima y hoy está enfocada en culminar sus estudios de enfermería.
“Creo que en algunos años, cuando termine mi carrera y me prepare un poquito más, creo que sí me encantaría volver al mundo de los certámenes… con el Miss Mundo yo, en lo personal crecí bastante. Yo me levantaba, me maquillaba, salía como una princesita de la habitación”, explica Jáquez.
Su pasión por la enfermería surgió a raíz de la enfermedad de su abuelo, la cual requirió que él tuviera un enfermero en casa. La conexión entre paciente y cuidador transformó la visión de ayudar en Christine.
“Él (el enfermero) incluso le comenzó a decir papá a mi abuelo. Y eso fue como una conexión tan linda que hasta el día de hoy, él todavía se considera parte de la familia”, manifiesta Jáquez, quien ya lleva un año estudiando esta carrera.
Ella quiere ser cuidadora de niños, porque le encantan y desde secundaria lo ha demostrado al participar como voluntaria en un programa donde tenía que enseñarles a los pequeños a leer.
“Uno de mis sueños que yo quiero cumplir es darle fuerza a otras niñas, porque yo me veo en la posición en la que yo me sentía tan débil que sentía que no podía lograr nada”, concluye Christine Marie Jáquez.
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