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Cádiz (1973) Redactor y editor experto en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de comunicación y blogs en español.
La causa de que un móvil se caliente no es solo una, ya que intervienen diversos factores, desde el uso intensivo de ciertas aplicaciones hasta la propia exposición directa al sol, algo común en los meses de más calor. Y este verano, con unas temperaturas tan altas, es fácil rebasar cualquier límite.
La razón primordial por la que el móvil se calienta en verano es el ambiente. Si dejamos el dispositivo en una mesa al sol o lo empleamos en exteriores al mediodía, el calor ambiental acelera que el interior del smartphone acumule más temperatura de la habitual.
A esto se añade el uso intensivo de aplicaciones. Juegos, redes sociales con vídeo en streaming o la navegación GPS son tareas que exigen mucho al procesador y a la batería, lo que genera calor. Si además la temperatura exterior es elevada, la disipación se vuelve más difícil y el móvil se calienta rápidamente.
La carga también es un factor importante. Cargar el móvil mientras lo usamos en verano puede disparar la temperatura. Por ello, es recomendable hacerlo en un sitio fresco y sin utilizar aplicaciones pesadas durante el proceso.
La batería de litio, presente en los smartphones, es especialmente sensible a las altas temperaturas. Cuando el calor supera ciertos niveles, se reduce su eficiencia e incluso puede dañar la vida útil del componente.
El procesador, por su parte, está diseñado para rendir al máximo, pero también necesita mecanismos de refrigeración. Cuando la temperatura se dispara, entra en acción el thermal throttling, que disminuye el rendimiento de forma automática para evitar daños.
Más allá de la incomodidad de notar el dispositivo demasiado caliente en la mano, el sobrecalentamiento del móvil puede traer consecuencias. Una de ellas es la ralentización del sistema, que responde más lento para proteger sus componentes internos.
Otra consecuencia es que la batería se desgaste con mayor rapidez. Mantenerla expuesta a altas temperaturas de manera continua puede reducir de forma significativa su capacidad de carga a largo plazo.
Aunque no se puede controlar la temperatura exterior, sí existen medidas para disminuir el riesgo de un móvil caliente en verano. Lo más importante es evitar dejarlo al sol directo, sobre todo dentro del coche, donde el calor puede multiplicarse.
También es aconsejable cerrar aplicaciones en segundo plano, bajar el brillo de la pantalla cuando no sea necesario tenerlo al máximo, y quitar la funda si vemos que el calor se acumula demasiado. Otra medida sencilla es activar el modo avión si no necesitamos conexión, ya que la búsqueda constante de cobertura también calienta el dispositivo.
Y es que, con pantallas más grandes, procesadores más potentes y baterías de mayor capacidad, los smartphones actuales generan más calor que los de hace unos años. Si a eso le agregamos las olas de calor que cada vez son más frecuentes en verano, es normal que el problema del sobrecalentamiento esté más presente.
Saber por qué se calienta el móvil en verano ayuda a comprender cómo cuidarlo y prolongar su vida útil, manteniendo a raya el calor y evitando que se convierta en un enemigo de la tecnología que más usamos en nuestro día a día.
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