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En una entrevista llena de historias y anécdotas sobre su exitosa vida deportiva, construida con disciplina y esfuerzo, algunas conocidas y otras nuevas, el inmortal del baloncesto, Evaristo “Felo” Pérez, contó que su sueño era ser beisbolista, pero un día, por casualidad, todo cambió hacia el baloncesto.
Reveló que en el deporte comenzó con el golf en 1975, siendo cadete en el Santo Domingo Country Club, donde ganó un primer lugar en su categoría. El destacado fotoperiodista de la época del Listín Diario, Rafael García Valoy, lo vio y lo invitó a probar suerte en el club Mauricio Báez, para evaluar su estatura.
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Sin embargo, después de seis meses de entrenamiento, los directivos de Villa Juana lo rechazaron, lo mandaron a casa, y ahí comenzó a jugar béisbol en la liga Jesús Rojas Alou, en Haina, donde se enamoró de un bate y se sentía la emoción de los cinco jonrones de Ricardo Carty en la Serie del Caribe 1977.
“Mi padre, dedicado a la agricultura y la ganadería, nos daba dos botellas de leche para cuidar las vacas y acompañarlo en el campo”, fuimos ahorrando, desarrollando esa cultura, y después de varias semanas, decidí romper la alcancía con ese dinero para ir a la Casa de los Cuadritos en la avenida Mella y comprar el bate, tipo Ricardo Carty”, relató Evaristo.
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