Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Al despertar esa mañana, Bígaro, el chivo, nunca imaginó que no volvería a ver el yerbazal de Yaguate donde solía dormir tranquilamente con otros compañeros de menú. Desde la finca del patrón en San Cristóbal, lo llevaban, irremediablemente, como a Julius Fucik, al pie del patíbulo.
Atado junto a varios de sus camaradas de infortunio, se quedó de piedra al escuchar desde lejos a un grupo de chivos, berreando de miedo, al ver el sacrificio y desollamiento de sus compañeros. A Bígaro nadie le explicó que, aunque fuera a morir, su muerte angustiosa está prohibida, tal como impone el artículo 44 de la Ley de Protección Animal. ¡Qué dilema, apreciar que se acerca la muerte, pero “sin angustias, temor o sufrimientos”!.
Puede leer: Sentencia histórica en caso de corrupción “Antipulpo”
Como en uno de los infiernos de Dante, Bígaro caminaba por esa avenida polvorienta, hacia el matadero, a base de tirones y latigazos. Cientos de conductores murmuraban, “se jodieron esos animales porque hoy será su fiesta del chivo”. Alucinante casualidad en el territorio origen del “Perínclito de San Cristóbal”.
Que decenas de chivos sean sacrificados a diario en la autopista Francisco del Rosario Sánchez en la ruta San Cristóbal-Santo Domingo, no es noticia. Pero es grave la presencia de mataderos improvisados en la vía. Los animales son ejecutados a la intemperie, violando la ley. Allí se violan a plena luz del día más de 20 artículos de las leyes 248-12 y 42-01. Es una experiencia dramática comentada por muchos que usamos esa autopista. Especialmente, en los viajes que realizo para apoyar la exitosa culminación del Plan Estratégico Sostenible Peravia 2055.
Me sorprende esa liturgia popular olvidada. No la recordaba desde que el matadero de La Joya en Santiago, era el lugar propicio para que lúmpenes y villanos aprendieran sobre horca y cuchillo, la mejor manera de eliminar adversarios. En planes estratégicos que asesoro, tanto aquí como en el extranjero, me impuse para que se eliminara el concepto “matadero”, y se utilizara “centros de procesamiento pecuario”. Recibí o expuse decenas de horas teóricas y prácticas, sobre protección animal y aseo urbano. No se puede defender la vida, sin proteger a estos animales como seres vivos únicos e irrepetibles.
Todas las carnicerías irregulares deben ser incluidas. FEDA, ayuntamientos y dirección provincial de Salud de San Cristóbal deben resolver esa monstruosidad. Asear la vía y apoyar que los criadores cumplan con lo que exige la ley.
Agregar Comentario