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Santo Domingo, RD. – Una niña de siete años fue adoptada, pero sufrió maltratos. Los vecinos denunciaron al INAIPI, pero este organismo no actuó, aduciendo no tener jurisdicción. Los actos violentos persistieron y la niña fue asesinada.
Así ocurrieron los hechos que culminaron en el trágico fallecimiento de una niña inocente, entregada por su madre a quienes prometieron una vida mejor en Los Guandules del Distrito Nacional.
Consultado sobre la tragedia que, una vez más, expone ante la opinión pública las recientes conductas de los padres hacia sus hijos, el psicólogo clínico Luis Verges catalogó lo sucedido en Los Guandules como una “vergüenza social”.
Explicó que, a diferencia de los animales, que tienen autodefensa innata, los humanos en su etapa infantil dependen de sus cuidadores en los primeros años de vida. Estos son principalmente los padres, y luego los tutores.
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Para Verges, una infancia sana es fundamental para que, en el futuro, esos niños sean padres sanos y que críen con seguridad y afecto.
Añadió que, en un estudio realizado en hogares dominicanos, el 62 por ciento experimentaba el “síndrome del niño golpeado”. Detalló que esta práctica afectaba directamente el hipocampo, una neurona crucial para la memoria y el aprendizaje.
Según sus explicaciones, esto puede verse afectado por el maltrato, lo que podría causar alteraciones futuras en el cerebro de ese ser humano que sufrió maltrato infantil.
“El cerebro nace sin conexiones y se va conectando con las emociones y el afecto”, puntualizó.
La niña era maltratada, se hicieron denuncias al INAIPI, pero nadie intervino.
Según Luis Verges, la violencia doméstica alcanzó niveles alarmantes en 2024, superando en magnitud a robos o asaltos.
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