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El silencio que dejó el emailing de Coronado: tristeza en Peralvillo por la niña que jamás dejó de reír

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En una humilde vivienda de madera y zinc, donde a pesar de las carencias económicas se reía y jugaba, vivía Cauri Coronado junto a su hija Emailing y otros familiares.

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Dolor y silencio en Peralvillo tras el cruel destino de la pequeña Emailing. En una humilde vivienda de madera y zinc, donde a pesar de las carencias económicas se reía y jugaba, vivía Cauri Coronado junto a su hija Emailing y otros familiares. Hoy, ese hogar, ubicado en medio de las lomas de tierra roja de La Cuaba, en el municipio de Peralvillo, se ha convertido en un escenario de dolor y un silencio desgarrador tras la muerte de la niña de siete años, presuntamente a manos de una tía segunda.

“Eso era un amor. Era una niña que usted le decía cualquier cosa y ella decía: sí, pero de ahí no pasaba. Muy cariñosa, muy alegre. Era muy difícil escuchar a esa niña pelear… Era tranquila, contenta, jugaba mucho”, recordaron allegados de la familia Coronado durante la visita de un equipo de Hoy Digital a la humilde vivienda, frente a la cual reposaban dos tanques para almacenar agua y un par de sillas deterioradas.

Cuentan que Cauri siempre decía que sus tres hijos, incluida Emailing, permanecerían a su lado, aunque fuera “pasando trabajo”. Sin embargo, enfrentó múltiples vicisitudes — desempleo, acostarse sin cenar… — y, en su deseo de darle una vida mejor a la niña, la entregó en custodia de quien hoy se señala como su verduga: Yokeiry Coronado de la Cruz, quien la trasladó hacia el sector Los Guandules, en Santo Domingo.

“Ella, dentro de lo que cabe, se preocupaba por su niña, por sus hijos. Tenía a su muchachita cambiada, peinada, le compraba su ropita. Ella es muy buena madre”, aseguraron.

Nunca notaron el maltrato. Arisleidy Coronado, abuela de la pequeña Emailing, relató que nunca notaron el maltrato al que presuntamente fue sometida la niña durante los dos últimos meses antes de su muerte, ya que hablaban con ella por videollamadas y siempre la veían con ropas que le cubrían todo su cuerpecito.

“Nunca lo notábamos porque cuando hablábamos con ella (Yokeiry Coronado), yo le decía: ponme a la niña, yo quiero ver a la niña, y ella me decía: la niña está en el baño, y después yo veía que la niña salía muy cambiadita, nunca le pude ver el rostro”, pronunció Arisleidy ante miembros de la prensa que cubren la fuente del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva.

La señora, además, expresó su deseo de que un tribunal imponga contra la imputada la pena máxima. “Que le impongan todo el peso de la ley, eso es lo que quiero”, dijo.

El cuerpo de la niña presentaba golpes contusos, quemaduras… El acta preliminar de levantamiento de cadáver, emitida por un médico legista, confirma que la pequeña Emailing fue víctima de maltrato infantil y barbarie, mientras permanecía bajo custodia de la pareja que fue apresada el pasado sábado por agentes de la Policía Nacional, adscritos al Departamento de Investigación de Delitos Contra las Personas (Homicidios). Asimismo, el informe detalla que el cuerpo de la menor presentaba golpes contusos, quemaduras y laceraciones en diversas partes, evidencias del sufrimiento que padeció antes de morir.

Imponen coerción. Por el crimen que ha provocado conmoción en la población, Yokeiry Coronado de la Cruz y su pareja, Jeider Montero Medina, guardan tres meses de prisión preventiva en los centros de corrección y rehabilitación Najayo Mujeres y Najayo Hombres, en la provincia de San Cristóbal.

De acuerdo con la solicitud de medida, los hechos se produjeron durante los meses de julio y agosto del año en curso, cuando la imputada Yokeiry Coronado De La Cruz incurrió en actos de maltrato y tortura contra la víctima, mientras que el imputado Jeider Montero Medina, teniendo conocimiento de la situación, no la denunció, lo que culminó con la muerte de Emailing.

La pareja es procesada por la violación de los artículos 295, 303, 303-1 y 304, párrafo II, del Código Penal dominicano, así como los artículos 396, literales a y b, y 397 de la Ley 136-03, que crea el Código para la Protección y los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes.

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