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MINNEAPOLIS — Un tirador abrió fuego con un rifle a través de las ventanas de una iglesia católica en Minneapolis y alcanzó a niños que celebraban misa durante la primera semana de clases, acabando con la vida de dos y dejando a 17 heridos en un acto de violencia que el jefe de policía calificó de “absolutamente incomprensible”.
El jefe de policía de Minneapolis, Brian O’Hara, comunicó que el tirador, armado con un rifle, una escopeta y una pistola, se acercó al costado de la iglesia y disparó decenas de balas a través de las ventanas hacia los niños sentados en los bancos durante la misa en la escuela católica Annunciation justo antes de las 8:30 am. La policía cree que el tirador luego se suicidó.
Los niños que murieron tenían 8 y 10 años, y otros 14 menores se encontraban entre los heridos, dijo el jefe. Decenas de jóvenes se encontraban en el interior.
Michael Simpson narró que su nieto de 10 años, Weston Halsne, recibió un balazo mientras estaba sentado junto a las ventanas de la iglesia. Con la voz entrecortada al salir de la zona de la escuela, Simpson comentó que la violencia durante la misa del tercer día de clases lo dejó preguntándose si Dios velaba por él.
“No sé dónde está”, dijo Simpson.
El jefe de policía declaró que el tirador tenía poco más de veinte años, no tenía antecedentes penales conocidos y se cree que actuó solo, pero no reveló su nombre ni detalles sobre posibles vínculos con la escuela. Un agente de la ley informó a Associated Press que las autoridades han identificado al tirador como Robin Westman. Dicho agente habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a hablar sobre la investigación en curso.
“Este fue un acto deliberado de violencia contra niños inocentes y otros fieles. La crueldad y la cobardía de disparar contra una iglesia llena de niños es absolutamente incomprensible”, declaró el jefe de policía al sonar las campanas. Señaló que se colocó una tabla de madera para bloquear algunas de las puertas laterales y que las autoridades encontraron una bomba de humo, pero ningún explosivo, en el lugar.
Bill Bienemann, que reside a un par de cuadras de distancia y ha asistido durante mucho tiempo a misa en la Iglesia de la Anunciación, dijo que escuchó hasta 50 disparos en un período de cuatro minutos.
“Me quedé impactado. Dije: ‘No hay forma de que sean disparos'”, dijo. “Hubo muchísimos. Fue esporádico”.
La hija de Bienemann, Alexandra, confesó que estaba llorando después de enterarse del tiroteo en la escuela que abarcaba desde jardín de infantes hasta octavo grado a la que ella misma había asistido y terminado sus estudios en 2014.
“Me rompe el corazón, me revuelve el estómago, saber que hay personas que conozco que están heridas o quizás incluso muertas”, dijo Alexandra Bienemann. “No me siento nada segura en esta comunidad en la que he vivido tanto tiempo”.
El jefe de policía comunicó que los oficiales respondieron de inmediato a los informes del tiroteo, ingresaron a la iglesia, brindaron primeros auxilios y rescataron a algunos de los niños que estaban escondidos en todo el edificio mientras llegaban otros servicios de emergencia.
La escuela fue evacuada y las familias de los estudiantes fueron posteriormente dirigidas a una “zona de reunificación” allí. Afuera, en medio de una fuerte presencia policial uniformada, niños con uniformes verde oscuro salían poco a poco de la escuela acompañados de adultos, dándose largos abrazos y enjugándose las lágrimas.
Aubrey Pannhoff, una estudiante de 16 años de otra escuela católica, lloraba justo afuera del cordón policial. Había corrido a la Anunciación después del cierre de su escuela y del servicio de oración, y dijo que le preguntaba a Dios: “¿Por qué?”.
“Son niños pequeños”, dijo. “Me cuesta mucho asimilarlo”.
“No digan que ahora mismo se trata solo de pensamientos y oraciones”, dijo el alcalde de Minneapolis, Jacob Frey, en la conferencia de prensa con el jefe de policía. “Estos niños estaban literalmente rezando. Era la primera semana de clases. Estaban en una iglesia”.
El gobernador de Minnesota, Tim Walz, calificó la violencia de “horrible” en una publicación en X. En Truth Social, el presidente Trump afirmó haber sido informado sobre el tiroteo. La Casa Blanca indicó posteriormente que Trump habló con Walz. El gobernador fue el candidato demócrata a la vicepresidencia en las elecciones del año pasado contra el compañero de fórmula de Trump, el actual vicepresidente J.D. Vance, republicano.
Funcionarios demócratas de todo el país se reunieron en Minneapolis, y el presidente del Comité Nacional Demócrata, Ken Martin, contó a los reunidos lo que estaba sucediendo y dijo que los líderes demócratas estaban desconsolados.
Hennepin Healthcare, el principal hospital de traumatología de Minneapolis, informó en un comunicado que recibió a 10 pacientes, entre ellos ocho niños de entre 6 y 14 años y dos adultos. Siete de ellos se encontraban en estado crítico. Children’s Minnesota, un hospital pediátrico de traumatología, indicó que admitió a siete niños de entre 9 y 16 años.
El lunes fue el primer día de clases en Annunciation, una escuela de 102 años de antigüedad ubicada en un frondoso barrio residencial y comercial, a unos 8 kilómetros al sur del centro de Minneapolis. Publicaciones recientes de la escuela en redes sociales muestran a los niños sonriendo en un evento de regreso a clases, mostrando proyectos de arte de verano, jugando juntos y disfrutando de paletas heladas.
El tiroteo fue el último de una serie de tiroteos mortales en la ciudad en menos de 24 horas. Una persona murió y otras seis resultaron heridas en un tiroteo ocurrido el martes por la tarde frente a una escuela secundaria en Minneapolis. Horas después, dos personas murieron en otros dos tiroteos en la ciudad.
O’Hara, el jefe de policía, afirmó que el tiroteo de Annunciation no parece estar relacionado con otros hechos de violencia recientes. Aun así, el Dr. Thomas Wyatt, jefe de medicina de emergencia de Hennepin Healthcare, señaló que “hemos tenido dos incidentes con gran número de víctimas en las últimas 24 horas”.
“Eso tiene un precio”, dijo.
El tiroteo escolar del miércoles también se produjo tras una oleada de llamadas falsas sobre supuestos tiroteos en al menos una docena de campus universitarios estadounidenses. Las falsas advertencias, a veces con sonidos de disparos de fondo, llevaron a las universidades a emitir mensajes de texto con la consigna “correr, esconderse, luchar” y aterrorizaron a los estudiantes de todo el país al comenzar el curso escolar.