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Los vecinos expresaron su inquietud al ser un foco de infección y de plagas.
Desde hace al menos cinco años, los residentes de la calle La Compuerta, en el municipio de Los Alcarrizos, han lidiado con las aguas residuales estancadas de una cañada frente a sus hogares.
Cuatro casas sufren directamente las consecuencias, por lo que los habitantes manifestaron su preocupación por ser un foco infeccioso y criadero de plagas.
Rosa María Paula, una de las afectadas, declaró que en varias oportunidades, brigadas del Ayuntamiento de Los Alcarrizos han ido al lugar, pero solo desmalezan el área, excavan y, al final, no solucionan el problema.
“Ahí lo que puede pasar es que un muchacho se ahogue porque el agua no fluye a ningún lado. Vienen y la limpian y desmalezan, pero no buscan la solución de destapar la alcantarillado, y hacen el amago y cuando llueve se llena eso hasta arriba, porque no tiene a dónde irse”, dijo Paula.
Además de representar un riesgo para la salud, Paula señaló que también supone un peligro para la seguridad de los habitantes, especialmente para los niños que juegan en la zona y, a veces, buscan “peces” en la cañada.
Ante la proliferación de mosquitos, Paula comentó que usa velas para ahuyentarlos.
También, señaló que, con la campaña que recientemente relanzó Salud Pública “Ganémosle al dengue”, brigadas de la institución visitaron la comunidad para fumigar y aplicar otras medidas contra el dengue.
Sin embargo, cree que en esa cañada, al haber aguas residuales estancadas, también pueden reproducirse otros agentes infecciosos, no solo el dengue.
“Esa agua no produce mosquito del dengue porque es sucia, pero puede producir paludismo, y más enfermedades que no solo es el dengue. Produce infección en la piel, picazón, hay muchos niños con fiebre”, afirmó.
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