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Según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS), el último temblor ocurrió a las 22-26 horas de Afganistán (17-56 GMT) y su epicentro se localizó a 36 kilómetros al suroeste de Asadabad, capital de la provincia de Kunar, la más golpeada por el terremoto del domingo. La profundidad del sismo fue de 10 kilómetros. De momento, se ignora cómo ha impactado el nuevo terremoto -los temblores han sido frecuentes en los últimos días- en la región, limítrofe con Pakistán. Puedes leer: Danilo Medina se arrepiente de volver a un cargo público: “no hay quién me pueda señalar” Los talibanes han confirmado hasta ahora 2.205 fallecidos y 3.640 heridos a causa del sismo del pasado domingo, el más letal en las últimas décadas en este país asiático, que arrastra años de crisis humanitarias provocadas por las guerras, por las catástrofes naturales y por las crisis económicas y sociales. Cuatro días después del primer terremoto, las tareas de rescate continuaron, aunque la esperanza de hallar a personas con vida bajo los escombros en las áreas más afectadas por el sismo es cada vez menor. Una labor que se complica más con cada nuevo temblor y con el estado de las vías de acceso al remoto Kunar, ya que muchas de ellas han quedado intransitables debido a los sucesivos episodios sísmicos. Puedes leer: Sismo de magnitud 4.4 se siente en San José de Ocoa y en Santo Domingo El terremoto ha puesto al límite la capacidad operativa del régimen talibán, que ha desplegado en la zona su principal recurso: sus soldados. En los puntos donde el Estado aún no ha logrado llegar, la sociedad civil ha comenzado a organizarse, con voluntarios caminando durante horas para alcanzar la zona cero del terremoto, supliendo al menguado personal técnico y de emergencias, que abandonó el país masivamente en 2021, cuando los fundamentalistas retomaron el poder en Kabul.
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