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Los plátanos son una fruta común en la dieta de mucha gente, y al pelarlos, es habitual toparse con unas hebras blancas que suelen descartarse sin pensar mucho. Estas hebras, llamadas científicamente fibras xilemáticas, cumplen una función vital en el desarrollo del plátano y su composición ha despertado el interés tanto de consumidores como de expertos en nutrición. Respondiendo a la curiosidad general, varios estudios han analizado su rol biológico y su impacto en la salud humana, así lo afirma un artículo publicado en el diario Infobae
Las fibras xilemáticas funcionan como canales internos que transportan agua y nutrientes desde la base de la fruta hasta las zonas más internas durante su crecimiento. Son parte de la estructura del fruto, y aunque a menudo se consideran molestas por su textura, no suponen ningún riesgo para la salud. Al contrario, su inclusión en la dieta podría traer beneficios nutricionales adicionales.
Estos hilitos contienen fibras vegetales con propiedades prebióticas, lo que significa que estimulan el crecimiento de bacterias beneficiosas en el intestino. Este efecto ayuda a mejorar la digestión y tiene implicaciones positivas en la salud en general, especialmente en la prevención de ciertas afecciones crónicas. Su papel como soporte del sistema digestivo ha sido respaldado por estudios científicos recientes.
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Además de sus beneficios digestivos, las fibras xilemáticas pueden contribuir a la regulación de los niveles de colesterol y glucosa en sangre. Este efecto, relacionado con la acción de la fibra en el intestino, ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares y metabólicas, como la diabetes. Por eso, los nutricionistas recomiendan no quitarlas y consumir el plátano entero, ya que esto potencia el efecto nutritivo global de la fruta.
El plátano, por sí solo, destaca por su alto contenido de potasio, esencial para funciones corporales como la regulación de la presión arterial, el equilibrio de líquidos y la contracción muscular. También aporta fibra dietética, vitamina B6, vitamina C, antioxidantes y es bajo en grasas y sodio. Por estas características, organismos como la FAO y la American Heart Association incluyen al plátano entre los alimentos saludables recomendados.
El consumo diario ideal de plátanos varía según cada persona, pero en general, una o dos unidades medianas al día se consideran seguras y beneficiosas para una persona sana. En deportistas o personas con mucha actividad física, se pueden consumir hasta tres, siempre que no existan condiciones médicas específicas. Sin embargo, el exceso podría causar hipercalemia, una acumulación peligrosa de potasio, sobre todo en quienes tienen problemas renales.
En resumen, las hebras blancas del plátano no solo son inofensivas, sino que pueden ser aliadas de la salud digestiva y cardiovascular. Incorporarlas como parte del consumo habitual es una forma sencilla de añadir nutrientes a la dieta. El plátano, consumido entero y con moderación, representa una opción accesible y saludable para diferentes perfiles nutricionales, siempre dentro de una dieta equilibrada y variada.
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