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Carlos Alcaraz se aseguró ayer un puesto en su segunda final del US Open tras vencer al serbio Novak Djokovic en semifinales con marcadores de 6-4, 7-6(4) y 6-2, en la esperada revancha del oro olímpico. Alcaraz aguarda ahora al contrincante para la final del domingo, que surgirá de la semifinal entre el italiano Jannik Sinner y el canadiense Félix Auger-Aliassime. Con Nueva York, el tenista de Murcia alcanza la final en los últimos ocho torneos que ha disputado. Djokovic, por su parte, vio desvanecerse una de las últimas ocasiones que, a sus 38 años, tendrá para sumar su anhelado ‘Grand Slam’ número 25, lo que lo consagraría como el tenista con más ‘grandes’ en la historia. Este año alcanzó las semifinales en Melbourne, París, Londres y ahora Nueva York, pero fue derrotado en todas, sin conseguir ganar un solo set.
Djokovic cedió el primer juego del encuentro, un mal presagio para el serbio, quien sufrió en ese inicio. Alcaraz, por su parte, jugó con los nervios a tope, menos efectivo en el servicio y con más errores no forzados. Volea a la red, dejada corta, otra dejada a la red, derecha a las nubes. Los fallos del murciano no le perjudicaron en ese primer set, que conquistó 6-4 gracias a ese ‘break’, pero introdujeron gradualmente a Djokovic en el partido. El serbio estableció un juego de saques y puntos cortos, buscando eludir los intercambios que le desgastarían físicamente. Alcaraz le hizo correr menos de lo requerido.
Djokovic consiguió un quiebre en el segundo set para el 3-0. Fue solo el segundo ‘break’ sufrido por Alcaraz en todo el torneo, después del que en tercera ronda causó el italoargentino Luciano Darderi. La frustración comenzó a afectar a Alcaraz.
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