Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
Hace cinco meses la vida de Ana María Ramírez dio un vuelco. Esa noche del 8 de abril, se divertía con amigos en la discoteca Jet Set, cuando, de pronto, el techo se derrumbó y todos quedaron atrapados bajo los escombros, viviendo una pesadilla.
“Hace cinco meses yo quedé ahí abajo, entre los escombros, atrapada, sepultada”, recuerda con voz entrecortada, revelando que una de sus amigas falleció en la tragedia.
“A mí lograron sacarme tres horas después. No perdí el conocimiento en ningún momento y puedo decirles que estar ahí abajo, escuchando los gritos de auxilio de todos los que perecieron, es el mismísimo infierno”, relató en una misa oficiada por el padre Rogelio Cruz.
La joven estuvo 18 días hospitalizada. “Cuando salí me contaron que era un luto nacional, que era un duelo”, expresó.
Con el dolor aún presente, Ramírez insiste en que el hecho no debe olvidarse. “Esta tragedia fue demasiado dura (…), por eso pido que no la olvidemos y que esto siente un precedente. Espero que se siga hablando, que estén pendientes al Ministerio Público, a las audiencias”.
En la misma línea, indicó que el caso “se está manejando de una forma que duele, a mí como sobreviviente me duele. Le doy tantas gracias a Dios por estar viva. Es increíble ver cómo se han olvidado todas esas víctimas que fallecieron ahí”, comentó Ramírez.
La sobreviviente cuestiona la calificación jurídica del expediente:
“Hago un llamado al Ministerio Público para que cambie la calificación que se le ha dado a los hermanos Espaillat de homicidio involuntario. Eso no ha sido un homicidio involuntario, esto ha sido un homicidio voluntario por dolo eventual, que está reconocido en nuestro Código Penal”.
Según explicó, los propietarios tenían pleno conocimiento de las condiciones del inmueble. “Esa misma noche que se cayó un pedazo, ellos debieron evacuarnos y no lo hicieron. Pero Maribel Espaillat que estaba a mi lado, ella sí se marchó, porque ella sí sabía que ese edificio se estaba cayendo, pero ellos pusieron por encima sus intereses económicos a los intereses de todas las vidas humanas que estábamos ahí”.
La joven también apeló al presidente Luis Abinader para que no se olvide de su pueblo y que el Ministerio Público recalifique este caso “por todas las pruebas que existen”.
La tragedia ocurrió la medianoche del 8 de abril, cuando el techo de la discoteca Jet Set se desplomó con cientos de personas adentro, dejando más de 200 fallecidos y más de un centenar de heridos.
Por el hecho, la jueza Fátima Scarlette Veloz Suárez impuso una garantía económica de RD$50 millones, además de impedimento de salida y presentación periódica contra los propietarios, Antonio y Maribel Espaillat.
El Ministerio Público, que había solicitado prisión preventiva y arresto domiciliario, manifestó su inconformidad con la medida, al considerar que no responde a la magnitud del caso, aunque el tribunal lo declaró como complejo.
Agregar Comentario