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En sus memorias “El Libro de Sheen”, el actor reflexiona sobre la sobriedad y su amor por la actuación.
Charlie Sheen comentó que la paternidad se apoderó de su rutina rápidamente cuando dejó el alcohol hace ocho años.
El artista también reveló que lleva ocho años sin mantener relaciones sexuales.
“Se volvió una curiosa rutina diaria de repentina responsabilidad y, ya sabes, de tener que responder al llamado; fue increíble”, afirmó Sheen el lunes, explicándole a la audiencia que una vez que “por fin abandonó la botella”, sus hijos comenzaron a visitarlo en casa.
Sheen se sentó con el actor y escritor David Duchovny durante un evento en el 92nd Street Y, Nueva York, el lunes, para conversar sobre el proceso creativo detrás de sus memorias, “The Book of Sheen”, su travesía por la sobriedad y su pasión por la interpretación.
El actor luchó contra la adicción a lo largo de sus décadas de carrera. Escribir al respecto con franqueza, como lo hace en su libro que se estrenará el martes, le tomó años de introspección, señaló.
Sheen creció entre sets de rodaje y empezó a producir películas caseras cuando era niño, antes de alcanzar su mayor éxito protagonizando filmes como “Platoon” y “Wall Street”. Sin embargo, su brillante trayectoria en Hollywood estuvo acompañada de décadas de dependencia química, batallas judiciales, un diagnóstico de VIH y divorcios complicados.
“Soy una buena persona”, declaró Sheen. “Las personas buenas a veces hacen cosas malas, pero la única forma de seguir siendo buena es reconocer esa (censurado) y seguir adelante”.
Entre bromas y provocaciones desenfadadas, Duchovny elogió las memorias, describiéndolas como “nada vengativas. No hay ningún rencor hacia nadie en el libro, ni siquiera hacia uno mismo, lo cual valoro mucho. No sólo tu amabilidad con los demás, sino también contigo mismo”.
El libro narra la vida de Sheen desde una experiencia cercana a la muerte en su nacimiento en 1965 hasta el momento en que decidió dejar de beber en 2017. Posee un estilo de escritura particular, con ciertas palabras deliberadamente mal escritas y tal como Sheen las imagina, explicó. “Dude”, por ejemplo, se transformó en “good”.
Sheen dijo haber tomado como referencia la narración y el ritmo de “Apocalypse Now”, la película de 1979 protagonizada por su padre, Martin Sheen.
“Quería que el lector sintiera como si estuviera en la misma habitación que yo o en una pequeña cena escuchando esta historia”, manifestó.
Su adicción a las drogas y su recuperación son el eje central del libro y se discuten en la segunda mitad de la charla. Sheen habló del “intenso componente sexual” de muchas de las sustancias a las que llegó a depender, incluida la cocaína. Cuando el consumo de sustancias es “el primer puente que construyes”, añadió el actor, “ese es el que seguirás cruzando”.
Sheen explicó que desde el inicio se dio cuenta de que el alcohol le ayudaba a calmar su tartamudez, la cual había perjudicado su actuación, y que se convirtió en “la droga más difícil de manejar para mí”.
“La única parte de la bebida que podía controlar era la primera hora”, señaló Sheen. “Pero son las siguientes 500 horas o simplemente las próximas 12 horas. Así que, una vez que logro abandonar esa fantasía de vivir dentro de esa hora, ya no es gran cosa”.
Sheen tuvo problemas para responder si estaría dispuesto a volver a actuar en el futuro y comentó que “escribir el libro fue el trabajo más retador que he tenido y, sin duda, el más gratificante”.
“Fue increíble tener un trabajo donde no necesitaba aprobación… solo estabas tú y la página”, dijo. “Quizá necesite escribir lo próximo que actúe”.
La carrera de Sheen empezó temprana, realizando películas caseras con amigos de la infancia como los hermanos Penn, Chris y Sean, en el barrio de Malibú, California, donde creció.
Se incluirán fragmentos de esas películas, que antes sólo veían familiares y amigos, en el próximo documental de dos partes de Sheen para Netflix, “aka Charlie Sheen”, que se estrenará el miércoles.
Según Sheen, los filmes tenían tramas simples, frecuentemente girando en torno a un delito, un villano y alguien que buscaba venganza. Se grababan con cámaras antiguas y equipos heredados de su padre, Martin Sheen, y de los padres de los hermanos Penn, también actores y directores.
“Todos practicaban surf o skate o hacían otras cosas y nosotros simplemente encontramos la manera de emular, imitar o copiar lo que hacían nuestros padres”, comentó Sheen.
El documental, que incluye entrevistas con Sean, parece ser “el lugar perfecto para que finalmente se exhiban en su totalidad”, concluyó.
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