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El presidente chileno llamó a “proteger la democracia” y resaltó los progresos del Plan Nacional de Búsqueda, una iniciativa sin precedentes impulsada por su Gobierno para esclarecer el destino final de las personas desaparecidas durante la dictadura civil‑militar de Augusto Pinochet (1973‑1990).
Gabriel Boric encabezó este jueves la conmemoración oficial en el palacio de La Moneda de los 52 años del golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende (1970‑1973), a quien describió como un “auténtico demócrata”.
En una ceremonia solemne en el Patio de Los Narajos, sede presidencial, Boric hizo un llamado a “cuidar la democracia” y subrayó los avances del Plan Nacional de Búsqueda, una política inédita que busca esclarecer el destino de los desaparecidos durante la dictadura civil y militar de Pinochet.
“El Estado de Chile los hizo desaparecer. El Estado tiene el deber de buscarlos y debe concentrar todos sus recursos para reunir los antecedentes dispersos, cruzar la información disponible y reconstituir los itinerarios de las víctimas de desaparición forzada”, afirmó Boric.
“Esto no es solo un discurso de buenas intenciones. El Plan Nacional de Búsqueda lo hemos desarrollado conjuntamente con las organizaciones, porque sin ustedes no es. Sin ustedes, no hay Plan Nacional de Búsqueda”, subrayó el mandatario ante agrupaciones de familiares de víctimas y organizaciones de derechos humanos.
Repasando la experiencia de la dictadura chilena, el presidente enfatizó: “No podemos volver a repetirlo porque hoy somos testigos de situaciones que creíamos relegadas”.
En la misma línea, el jefe de Estado aseguró que “para sostener el compromiso de nunca más se debe estar alerta y activo frente a los discursos que relativizan la conveniencia y el valor absoluto e incondicional de la dignidad humana. Un preso político lo es en Nicaragua, en Irán o donde sea”.
“No hay que minimizar los discursos de quienes, desde diferentes ideas y orígenes, menosprecian la democracia y sus instituciones, o la subordinen a intereses particulares, comerciales, supremacismo racial u otros”, señaló.
El acto incluyó un minuto de silencio y una proyección del bombardeo que la Fuerza Aérea de Chile ejecutó contra La Moneda aquella fría mañana del 11 de septiembre de 1973, además de presentaciones musicales, discursos y homenajes a víctimas.
La democracia, dijo Boric, “no se da por sentada; se construye diariamente, se perfecciona y se profundiza, porque cuando la democracia no logra responder a la gran mayoría se abre la posibilidad de que algunos —generalmente en posiciones privilegiadas— intenten derribarla con cualquier pretexto”.
“Y en esto no hay que confundirse: los auténticos demócratas, como Salvador Allende, siempre buscan y seguirán buscando vías institucionales y pacíficas, pues en democracia nunca se agotan los canales de diálogo”, agregó el mandatario.
El régimen de Pinochet dejó más de 40 000 víctimas, entre ejecutados, detenidos desaparecidos, presos políticos y torturados, según datos oficiales.
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