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Un examen de sangre podría sustituir a la ecografía Doppler en embarazos con fetos de bajo peso, según el estudio

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En esta etapa gestacional, los biomarcadores nos facilitan decisiones más seguras, informadas y menos invasivas', señaló el obstetra del Hospital Vall d'Hebron y coordinador del ensayo, el Dr.

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Un conjunto internacional de científicos, bajo la dirección del Hospital Vall d’Hebron, ha evidenciado que la evaluación de biomarcadores placentarios en sangre puede reemplazar la ecografía Doppler en gestaciones con fetos de bajo peso.

Este grupo internacional de investigadores, encabezado por el Hospital Vall d’Hebron, ha demostrado que la medición de biomarcadores placentarios en sangre puede sustituir la ecografía Doppler en embarazos con fetos pequeños y de alto riesgo, evitando partos inducidos sin justificación y optimizando los resultados tanto de los neonatos como de sus madres.

El estudio clínico GRAFD, difundido en la revista ‘Nature Medicine’, ha demostrado que esta evaluación permite manejar dichos embarazos con la ‘igual seguridad’ que brinda la ecografía Doppler, lo que supondría una transformación en el enfoque de toma de decisiones médicas en la última fase del embarazo.

‘El Doppler ha sido fundamental para el monitoreo fetal en las últimas décadas, sobre todo en gestaciones de alto riesgo, aunque presenta limitaciones: numerosas mujeres son sometidas a inducción del parto sin necesidad. Con este examen sanguíneo podemos ser más exactos y cautelosos’, comentó la investigadora de la Universidad Francisco de Vitoria y experta del Hospital Universitario de Torrejón, Mar Gil.

El método se fundamenta en la relación entre los biomarcadores placentarios sFlt-1 y PlGF, que posibilita decidir si es apropiado precipitar el parto o prolongar la gestación hasta la semana 39‑40, y ha evidenciado una reducción de inducciones injustificadas, menos complicaciones maternas y neonatales, y una mejora en las condiciones del parto.

Los investigadores resaltan que, aunque alrededor del 10 % de los embarazos a partir de la semana 36 presentan fetos de bajo peso, no todos representan un riesgo; algunos son ‘meramente pequeños pero saludables’, mientras que otros presentan una restricción real del crecimiento, con mayor probabilidad de complicaciones intraparto y posparto.

‘El estudio de los biomarcadores brinda una perspectiva más fisiológica del estado placentario y fetal. En esta etapa gestacional, los biomarcadores nos facilitan decisiones más seguras, informadas y menos invasivas’, señaló el obstetra del Hospital Vall d’Hebron y coordinador del ensayo, el Dr. Manel Mendoza.

Esta evaluación también ha conseguido disminuir la incidencia de preeclampsia y hemorragias posparto en las madres, incrementar el peso al nacer de los neonatos, reducir las admisiones en unidades de cuidados intensivos y bajar la frecuencia de inducciones antes de la semana 39.

‘Esto implica que muchas mujeres han concluido su gestación sin intervención prematura, lo que favorece el bienestar neonatal y la experiencia del parto (…) La idea es intervenir únicamente cuando exista una causa justificada’, explicó la obstetra del Hospital Universitari Germans Trias i Pujol y doctoranda en este campo, Marta Lázaro‑Rodríguez.

Este examen también representa una ‘alternativa viable’ para numerosos centros que carecen de equipos avanzados o personal especializado, ya que puede efectuarse en cualquier laboratorio clínico básico.

El estudio incluyó a 1 088 gestantes de 20 hospitales españoles, demostrando que este enfoque constituye una manera de ejercer una medicina ‘más personalizada’ acorde a las necesidades de cada gestación.

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