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Elvis Antonio Jiménez Rodríguez, Julio Alberto Gómez, José Vladimir Valerio Estévez, Edward Bernardo Peña Rodríguez, Carlos Enrique Guzmán Navarro (conocido como “El Charly” o “Charli Chasc”) y Ronny Abel Sánchez Morillo (alias “Mudita”). La pesquisa dispuesta por la procuradora general de la República acerca del fallecimiento en Santiago de cinco presuntos delincuentes en un presunto tiroteo con una unidad policial no puede quedar con cabos sueltos. Hay numerosos casos en los que la determinación de abrir una investigación únicamente ha servido para calmar y mitigar la ira ciudadana. Aparte de poner en entredicho el modo de actuar de la Policía frente al crimen, la versión policial del supuesto tiroteo ha sido desmentida por familiares y testigos. Se ha señalado que, después de la supuesta “ejecución” de los presuntos delincuentes, los miembros de la patrulla policial eliminaron toda evidencia del suceso e incluso confiscaron los teléfonos móviles de los testigos. Los tiroteos siempre suscitan numerosas sospechas. No basta con que la Policía intente justificar la acción alegando que las víctimas formaban parte de una peligrosa banda de sicarios vinculada al narcotráfico.
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