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Claves del pulso entre EE. UU. y China por TikTok

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TikTok surgió en 2016 bajo el nombre de Douyin, una aplicación de videos cortos lanzada en China por la compañía ByteDance.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

El gobierno de EE. UU. anunció hoy un “marco de acuerdo” con China respecto a TikTok, cuyo plazo para evitar su bloqueo en Estados Unidos vence este miércoles, tras meses de incertidumbre y prórrogas que han colocado a la popular aplicación de videos cortos al borde de la prohibición en el país norteamericano.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró este lunes en Madrid que se ha establecido un “marco para un acuerdo” sobre la app tras las negociaciones con el viceprimer ministro chino He Lifeng, aunque no ofreció más detalles hasta que el viernes se produzca una conversación entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y su homólogo chino, Xi Jinping.

A continuación, siete claves para entender cómo TikTok se ha convertido en uno de los puntos centrales de las negociaciones comerciales entre ambas potencias, celebradas el domingo y el lunes en la capital española.

TikTok surgió en 2016 bajo el nombre de Douyin, una aplicación de videos cortos lanzada en China por la compañía ByteDance.

Su éxito en el mercado local impulsó la creación de una versión internacional, TikTok, que se expandió rápidamente después de la adquisición de la estadounidense Musical.ly en 2017. Esa compra le abrió las puertas al mercado norteamericano y le permitió consolidarse como una de las apps más populares entre los jóvenes.

En apenas dos años, TikTok ya figuraba como la aplicación más descargada en varias tiendas de apps; en el primer trimestre de 2018 lideró la App Store a nivel mundial. La pandemia de Covid‑19 reforzó aún más su atractivo, convirtiéndose en una de las principales formas de entretenimiento durante los confinamientos.

Hoy supera los 1 500 millones de usuarios activos mensuales en todo el mundo, con aproximadamente 150 millones en Estados Unidos.

Desde sus primeros años de expansión, la Casa Blanca y el Congreso estadounidense han manifestado temores de que los datos de los usuarios en EE. UU. pudieran estar accesibles para las autoridades chinas.

Estas sospechas se tradujeron inicialmente en restricciones al uso de TikTok en dispositivos gubernamentales y militares y, más adelante, en proyectos de ley para obligar a la desvinculación de ByteDance.

**Pulso legal y político**

En abril de 2024, el Congreso de EE. UU. aprobó una norma que obligaba a ByteDance a desprenderse de TikTok si quería seguir operando en el país.

En enero de 2025, la Corte Suprema confirmó la constitucionalidad de esa disposición y el entonces presidente saliente, Joe Biden, dejó en manos de su sucesor, Donald Trump, la aplicación de la medida.

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero de 2025, Trump ha prorrogado en tres ocasiones el veto a TikTok, que debía hacerse efectivo si no había acuerdo con ByteDance.

El republicano pasó de criticar a la aplicación por motivos de seguridad nacional a reconocer su utilidad como herramienta política, asegurando que le ayudó a conectar con el electorado joven en las elecciones de 2024, hasta el punto de que la Casa Blanca abrió una cuenta oficial en TikTok en agosto de 2025, a un mes de la fecha límite.

El motor de TikTok es su algoritmo de recomendación, que personaliza el contenido según el tiempo de visualización de cada usuario y que se considera una de las claves de su éxito global.

Este sistema también ha suscitado dudas por su opacidad, su capacidad de influencia y la posibilidad de censura indirecta de contenidos críticos con el gobierno chino, algo que ha llevado a Bruselas y Washington a exigir mayor transparencia y a demandar que los datos de usuarios europeos y estadounidenses se almacenen fuera de China.

Cualquier operación de venta de los activos de TikTok en Estados Unidos debe contar con el visto bueno de Pekín, pues el gobierno chino posee una “acción de oro” en ByteDance que le otorga derecho de veto, influyendo en la estrategia y las operaciones de la compañía, algo que, según la propia empresa, no afecta a sus negocios en el extranjero.

Además, la normativa de control de exportaciones de China prohíbe a las empresas locales vender los algoritmos de su software, de modo que la venta de TikTok debe ser aprobada por las autoridades chinas.

Cabe recordar que, al igual que servicios como Google, Facebook o X, TikTok está bloqueado en China, donde ByteDance opera con Douyin, la aplicación original de TikTok, que es completamente independiente de su versión internacional.

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