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Santo Domingo – A pesar de sus más de 40 nominaciones, 19 galardones internacionales y de haber organizado eventos de alcance global como los Juegos Olímpicos, la Copa del Mundo de fútbol y 48 celebraciones en la Casa Blanca para seis mandatarios, Emilio Estefan no juzga su éxito por trofeos ni por premios.
Lo valora en los valores humanos, en la fuerza de la fe y en su don de inspirar a los demás.
“Yo no sé componer música, pero tengo pasión. Y esa pasión fue lo que me salvó la vida”, confesó en su reciente visita a República Dominicana, donde compartió escenario con el dominicano Gary Nader en el conversatorio titulado “Transformando pasión en poder”, parte del evento “Days to Shine”, organizado por Evelyn Betancourt.
Cuba
Su testimonio es el de un joven que abandonó Cuba siendo adolescente, llorando durante todo el vuelo a España y, más tarde, en Estados Unidos, repartía papeles para Bacardí y tocaba el acordeón en restaurantes a cambio de propinas. “Hay dos maneras de actuar: o eres negativo o eres positivo”, afirma con convicción, convencido de que esa actitud lo sostuvo en los momentos más difíciles.
Hablar de Emilio también implica mencionar a Gloria Estefan, su inseparable compañera de vida. “Gloria es la mujer más sencilla del mundo. Creo que el mundo necesita a más gente sencilla”, dice con ternura.
La fe
Rememora, además, que el poder de la oración fue clave en la recuperación de Gloria tras el accidente que casi le impide volver a caminar. “Fue un milagro, una de las pruebas más grandes de nuestras vidas”.
El éxito
Estefan insiste en que el verdadero éxito se comparte: “Lo más bonito es disfrutar cuando llega el éxito y poder ser una inspiración. Así es como quiero que me recuerden”.
De ahí su compromiso con los jóvenes talentos: abrir puertas, orientar, tender una mano. Para él, Days to Shine representa ese deseo de devolver a la vida todo lo que ella le ha dado.
La pasión
“Lo que sea que hagas en la vida, hazlo con pasión. Si eres limpiabotas, esfuérzate por ser el mejor. Realiza tu trabajo con amor y pasión”, aconseja a los más jóvenes, convencido de que la nueva generación dispone de aún más recursos para llegar más lejos.
El secreto, asegura, está en no olvidar de dónde vienes: aquel niño que salió de Cuba con miedo y esperanza. Hoy, con una trayectoria internacional incuestionable, sigue siendo el mismo.
“Cuando mi hija me dice: ‘Papá, estoy orgullosa de ti’, me siento agradecido con la vida. Vivo cada sueño y lucho por alcanzarlo. Y lo que más me importa es poder ayudar a otros a lograr los suyos”.
Música – Resiliencia
La historia del productor musical Emilio Estefan es, esencialmente, una historia de fe, lucha y resiliencia. Una lección que muestra que la humildad y la pasión son las verdaderas claves para convertir los sueños en poder.
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