Economicas

Miles de franceses se manifiestan contra la austeridad

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Advertencia clara — Aproximadamente 500 000 personas protestaron este jueves, según las autoridades, mientras que el sindicato CGT estimó su cifra en “más de un millón”.

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La manifestación, organizada por los sindicatos, también funcionó para expresar el “cansancio” con el presidente francés, Emmanuel Macron, cuya agenda fiscal y social ya ha desatado diversas oleadas de protestas desde que asumió el poder en 2017.

Cientos de miles de ciudadanos se reunieron este jueves en Francia para exigir que el recién nombrado primer ministro, Sébastien Lecornu, elimine la política de “austeridad” en los presupuestos de 2026 y aumente los tributos a los más acaudalados.

El paro, llamado por los sindicatos, también sirvió para manifestar el “desgano” con el mandatario francés, Emmanuel Macron, cuyas políticas fiscales y sociales ya habían provocado varias oleadas de protestas desde su ascenso al poder en 2017.

“Cuando ves que los más adinerados se llenan los bolsillos a nuestro costa y a la clase popular se le exige apretar aún más el cinturón, llega un punto en que ya no aguantamos más”, declaró a AFP Paul, un técnico de bicicletas de 29 años, durante la protesta en París.

El ex primer ministro François Bayrou provocó las protestas con su proyecto presupuestario para 2026, que contemplaba recortes de 44 000 millones de euros (51 900 millones de dólares) y la eliminación de dos días festivos. El Parlamento derribó su gobierno la semana pasada.

Su sucesor, Sébastien Lecornu, comunicó la preparación de un nuevo presupuesto, que ya no incluirá la supresión de los festivos, aunque los sindicatos mantuvieron la movilización para exigir al gobierno que elimine el “museo de los horrores” propuesto por Bayrou.

Los sindicatos exigen también la derogación de la impopular reforma de pensiones de 2023 y mayores recursos para los servicios públicos, demandas ya vistas en movilizaciones como la de los “chalecos amarillos” (2018‑2019) o en la protesta contra el aplazamiento de la edad de jubilación hace dos años.

— Advertencia clara —

Aproximadamente 500 000 personas protestaron este jueves, según las autoridades, mientras que el sindicato CGT estimó su cifra en “más de un millón”. El movimiento representa una “advertencia muy clara” para Lecornu, declaró la dirigente sindical de la CFDT, Marylise Léon.

“Las demandas de los manifestantes están en el foco de los diálogos iniciados con las fuerzas políticas y sindicales”, respondió por la noche el primer ministro centroderechista en la red social X, anunciando que volverá a recibir a los sindicatos “en los próximos días”.

El 10 de septiembre, Francia ya experimentó una jornada de protestas, coordinadas mediante redes sociales bajo el lema “Bloqueemos todo”, que reunió a cerca de 200 000 personas, según las autoridades.

El llamado a la huelga se percibió este jueves desde temprano con servicios de trenes regionales y transporte público reducidos, muchas escuelas y la mayoría de farmacias cerradas, así como varios intentos de bloqueos.

Las autoridades movilizaron a 80 000 policías y gendarmes. Aunque las marchas se llevaron a cabo mayormente de forma pacífica, las fuerzas de seguridad emplearon gases lacrimógenos contra manifestantes en ciudades como París, Nantes o Rennes.

Alrededor de 300 personas fueron arrestadas, informó el ministro del Interior, Bruno Retailleau.

— Justicia fiscal —

En París, un grupo de manifestantes incluso se introdujo durante 20 minutos en el Ministerio de Finanzas para sugerir que “busque el dinero donde está: en los bolsillos de los más ricos”, comentó a AFP Fabien Villedieu, del sindicato SUD Rail.

Esta exigencia también se dio cita en la protesta en la capital. Al ritmo de bandas, miles de manifestantes, muchos jóvenes, desfilaban con consignas como “Política de Austeridad: Basta” o “Graven a los ricos”.

La demanda de “justicia fiscal” se resume en la llamada “tasa Zucman”: un gravamen del 2 % anual sobre patrimonios que superen los 100 millones de euros (118 millones de dólares). El 86 % de los franceses la respalda, según una encuesta reciente.

Aunque Lecornu ya descartó esta medida, a la que se oponen sus afiliados conservadores en el gobierno, la patronal y la extrema derecha, manifestó estar “dispuesto” a trabajar en temas de “justicia fiscal”.

Su proyecto presupuestario deberá presentarse al Parlamento a mediados de octubre, en un contexto de presión para recortar el déficit (5,8 % del PIB en 2024) y la deuda pública (114 %). El viernes, la agencia Fitch rebajó la calificación de la deuda soberana francesa.

El primer ministro, en minoría, intenta también evitar caer ante el Parlamento, como sucedió con sus dos predecesores. Este escenario intensificaría aún más la crisis política y los reclamos a la dimisión de Macron, presentes también este jueves.

“El presidente es el caos y todo lo que ha sucedido ahora es consecuencia de sus actuaciones”, afirmó el dirigente izquierdista Jean‑Luc Mélenchon, desde Marsella.

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