Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
NUEVA YORK (AP) — Los letrados de Luigi Mangione pidieron este sábado a un magistrado que bloquee la solicitud de la acusación federal de imponer la pena capital en el asesinato del director ejecutivo de UnitedHealthcare, Brian Thompson, alegando que las autoridades transformaron su detención en un espectáculo de “cómic de Marvel” y manifestaron públicamente su intención de verlo ejecutado.
Tras la reciente victoria judicial que anuló los cargos de terrorismo contra Mangione en la esfera estatal, su defensa ahora busca que se archive el proceso federal, apoyándose en la declaración que la secretaria de Justicia de EE. UU., Pam Bondi, realizó en abril, antes de que Mangione fuera imputado formalmente, en la que manifestó que la pena de muerte está justificada para un «asesinato premeditado y a sangre fría que conmocionó a la nación».
Según los abogados, los comentarios de Bondi y otras actuaciones oficiales –incluido un traslado extremadamente coreografiado en el que el acusado fue conducido a un muelle de Manhattan por agentes armados, y el desprecio del gobierno del presidente Donald Trump por los procedimientos habituales de pena capital– “han vulnerado los derechos constitucionales y legales del señor Mangione y han dañado de forma irreversible este caso de pena de muerte”.
El equipo de defensa, liderado por la exfiscal de Manhattan Karen Friedman Agnifilo, solicitó a la jueza federal Margaret Garnett, designada por el expresidente Joe Biden, que “corrija los errores cometidos por el gobierno y evite que este proceso avance como una acusación de muerte”.
Bondi anunció en abril que había instruido a los fiscales federales de Manhattan para que buscaran la pena capital contra Mangione. Fue la primera vez que el Departamento de Justicia informó de que presentaba un caso de muerte federal desde que Trump volvió al poder el 20 de enero, cumpliendo su promesa de reactivar las ejecuciones, que el anterior mandatario, Biden, había suspendido.
Los abogados de Mangione sostenían que el anuncio de Bondi, reforzado con publicaciones en Instagram y una entrevista televisiva, demostraba que la decisión se basó “en la política, no en el mérito” y que sus declaraciones contaminaron el proceso del jurado investigativo, lo que llevó a la acusación formal unas semanas después.
Trump, quien supervisó una serie sin precedentes de 13 ejecuciones al término de su primer mandato, expresó el jueves sus opiniones sobre Mangione, a pesar de las normas judiciales que prohíben cualquier publicidad previa al juicio que pueda afectar el derecho del acusado a un proceso justo.
“Piensen en Mangione. Le disparó por la espalda, tan claro como si me mirara o yo lo mirara. Disparó, parecía un asesino puro”, declaró Trump a Fox News.
“Existe un alto umbral para desestimar una acusación debido a la publicidad previa al juicio”, escribieron los letrados de Mangione en su escrito de 114 páginas. “Sin embargo, nunca se había visto una situación siquiera remotamente parecida, con un prejuicio tan marcado contra un acusado que podría enfrentar la pena de muerte”.
Los fiscales federales tienen hasta el 31 de octubre para responder. Mangione debe comparecer nuevamente en la corte federal el 5 de diciembre, pocos días después del inicio de las audiencias preliminares en su caso estatal. Aún no se ha fijado una fecha de juicio para ninguno de los procesos.
Mangione, de 27 años, se ha declarado inocente tanto de los cargos estatales como de los federales de homicidio.
En una grabación de vigilancia se observa a un agresor enmascarado disparándole por la espalda a Thompson, de 50 años, el 4 de diciembre de 2024, mientras el ejecutivo llegaba a un hotel de Manhattan para la conferencia anual de inversores de su compañía. La policía informó que la munición llevaba escritos los términos “retrasar”, “negar” y “deponer”, imitando una frase usada para describir cómo las aseguradoras evitan el pago de reclamaciones.
Mangione, heredero de una acaudalada familia de Maryland, fue detenido cinco días después en Altoona, Pensilvania, a unos 370 km (aprox. 230 millas) al oeste de Manhattan. Las autoridades indicaron que portaba una pistola de 9 mm y un cuaderno donde anotaba su intención de “eliminar” a un ejecutivo del sector seguros.
Los defensores de Mangione argumentaron que los procesos simultáneos equivalían a un doble enjuiciamiento.
En la acusación federal, Mangione enfrenta cargos de homicidio mediante el uso de arma de fuego, lo que conlleva la posibilidad de pena capital, así como delitos de acoso y uso indebido de armas.
El martes, el magistrado del caso estatal desestimó los cargos de terrorismo que podían acarrear cadena perpetua sin libertad condicional. Sin embargo, el juez Gregory Carro rechazó la petición de la defensa de archivar totalmente la acusación estatal, argumentando que la cuestión de doble enjuiciamiento era prematura porque ninguno de los dos procesos había llegado a juicio ni había generado una sentencia condenatoria.
El proceso estatal continuará con otros cargos, incluido un homicidio doloso que puede conllevar una pena de 15 años a cadena perpetua, con posibilidad de libertad condicional. A diferencia del sistema federal, Nueva York no contempla la pena de muerte.
Mangione ha reunido a un amplio número de seguidores que lo ven como símbolo de los descontentos contra la industria de seguros de salud.
Docenas de simpatizantes, mayoritariamente mujeres, ocuparon tres filas en la zona trasera de la galería del juzgado durante la audiencia del martes en el tribunal estatal. Algunas llevaban ropa verde, color asociado a Luigi, el personaje de los videojuegos de Mario Bros., y una mujer vestía una camiseta con la frase “LIBEREN A LUIGI”.
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Esta crónica fue traducida del inglés por un editor de AP con la asistencia de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
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