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El ministro de Turismo y Antigüedades, Sherif Fathy, declaró en televisión el sábado nocturno que la pulsera fue sustraída el 9 de septiembre mientras el personal del museo organizaba objetos para una muestra en Italia. Atribuyó el hecho a la “negligencia” en la aplicación de protocolos en la instalación y señaló que los fiscales siguen investigando el caso.
La pulsera, que llevaba incrustada una cuenta de lapislázuli, pertenecía al faraón Amenemope, quien gobernó hace aproximadamente 3 000 años.
Las autoridades informaron que fue quitada de un laboratorio de restauración del museo y luego pasó por una cadena de comerciantes antes de ser fundida. El ministro indicó que el taller carecía de cámaras de vigilancia.
Según el mismo ministerio, el experto detenido confesó haber entregado la pulsera a un conocido que tiene una joyería de plata en el distrito de Sayyeda Zainab, en El Cairo.
Posteriormente, fue vendida al propietario de un taller de oro por un valor cercano a 3 800 dólares. Finalmente cambió de manos por alrededor de 4 000 dólares a un trabajador de otro taller de oro, quien la fundió para crear nuevas piezas de joyería.
Los acusados admitieron los delitos y el dinero fue incautado, informó el ministerio el jueves en un comunicado.
El ministerio también difundió un video de vigilancia que muestra al titular de la tienda recibiendo la pulsera, pesándola y luego entregando el pago a uno de los sospechosos.
La pérdida de un tesoro que había perdurado tres milenios provocó consternación entre muchos egipcios, que sienten un gran apego por el patrimonio milenario de la nación.
Algunos pusieron en tela de juicio la seguridad del museo y solicitaron refuerzos en la protección de los objetos valiosos del país.
Monica Hanna, reconocida arqueóloga egipcia, solicitó suspender las exhibiciones en el extranjero “hasta que se establezca un control más estricto” para garantizar la protección de los objetos. Hanna es decana de la Academia Árabe de Ciencia, Tecnología y Transporte Marítimo, y defiende el retorno de los artefactos egipcios expuestos en museos fuera del país.
Malek Adly, abogado de derechos humanos, calificó el hurto como “una señal de alarma” para el gobierno y afirmó que se requiere una mejor seguridad tanto en las salas de exposición como en los almacenes donde se guardan las antigüedades.
Amenemope gobernó Egipto desde Tanis, en el delta del Nilo, durante la 21ª Dinastía. La necrópolis real de Tanis fue descubierta por el arqueólogo francés Pierre Montet en 1940, según informa el Museo Egipcio.
La colección de la necrópolis muestra cerca de 2 500 piezas antiguas, entre ellas máscaras funerarias de oro, ataúdes de plata y joyas de oro. La exposición fue restaurada en 2021 en colaboración con el Museo del Louvre de París.
El robo evoca otras pérdidas culturales del pasado, como la desaparición de la pintura “Flores de amapola” de Vincent van Gogh, valorada en 50 millones de dólares, de otro museo de El Cairo en 2010. La obra había sido robada por primera vez en 1977, recuperada, pero desde el asalto de 2010 no se ha localizado.
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