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Según informan las autoridades en un comunicado, el propietario de la residencia, identificado como Román Carrasco Delgado, de 84 años, comentó a la Policía que, en la noche del domingo, una persona desde un vehículo vociferó palabras ofensivas y disparó en varias ocasiones hacia el edificio.
Las autoridades confirmaron que la casa, situada en la carretera 925, a la entrada del barrio Río Abajo en Humacao, no resultó alcanzada por los proyectiles.
Más tarde, varios agentes del Cuerpo de Investigaciones Criminales acamparon en el sitio para recabar los casquillos y capturar fotografías como parte de las averiguaciones.
El suceso ocurrió pocos días después de que Carrasco Delgado presentara el pasado día 17 una demanda por daños contra Bad Bunny y las compañías Rimas Entertainment, Move Concerts y A1 Productions.
El letrado Juan R. Dávila interpuso la acción judicial, que solicita una indemnización de al menos un millón de dólares por “daños emocionales y angustia mental”, así como la nulidad de los contratos y el reembolso de los gastos judiciales.
El octogenario declaró haber suscrito contratos en blanco sin conocer los términos concretos para autorizar el uso de su propiedad en el vídeo que ya supera los 22 millones de reproducciones en la plataforma YouTube.
“Los funcionarios de los codemandados exigieron la firma de Don Román en la pantalla vacía de un teléfono móvil.
Aquellos funcionarios trasladaron digitalmente, de forma fraudulenta, la referida firma a dos contratos distintos”, señaló el documento judicial.
Asimismo, Carrasco aseguró que recibe visitas constantes de los seguidores de Bad Bunny y que la imagen de su residencia se difunde en redes sociales sin que él obtenga ningún beneficio al respecto.
“En primer lugar, esos contratos no fueron entregados a Don Román, no se le explicó ni se le leyó su contenido. El demandante tampoco puede leerlos pues carece de esa habilidad”, indica la demanda.
Carrasco Delgado también ha presentado una queja por invasión a su propiedad, ya que numerosas personas se detienen frente a la ya icónica casa para fotografiarla y algunos ingresan al predio para tomarse selfies.
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