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Washington. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) informó ayer, 23 de septiembre, que más de dos millones de migrantes en situación irregular abandonaron Estados Unidos, ya sea de forma forzada o por decisión propia, desde que Donald Trump asumió la presidencia.
“Dos millones de inmigrantes ilegales han salido de EE. UU. en menos de 250 días, entre ellos aproximadamente 1,6 millones que se auto‑deportaron voluntariamente y más de 400 000 deportaciones”, señaló el departamento en un comunicado.
El DHS reconfiguró una aplicación telefónica que la administración anterior de Joe Biden había puesto en marcha para acoger a los solicitantes de asilo, y la transformó al inicio del mandato de Trump en una herramienta de “autodeportación”, mediante la cual los indocumentados podían notificar al gobierno su voluntad de salir del país.
Un portavoz del DHS explicó por correo electrónico que “decenas de miles de extranjeros ilegales han utilizado la aplicación CBP Home”.
“La cifra de 1,6 millones proviene de nuestros propios cálculos a partir del USCIS”, precisó el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, la agencia encargada de tramitar solicitudes de residencia o ciudadanía.
Trump reiteró que Brasil merece aranceles y sanciones por la condena al expresidente Jair Bolsonaro, pero después sorprendió a la audiencia: “nos hemos abrazado y hemos decidido que nos veremos la semana que viene”, comentó en alusión a Lula.
El número de migrantes ilegales que ingresó a EE. UU. durante los cuatro años de gobierno Biden sigue siendo objeto de debate entre especialistas.
Cero tolerancia
Por otra parte, el Gobierno de Trump publicó ayer una propuesta para reformar el proceso de selección de visas H‑1B con el fin de favorecer a los trabajadores más cualificados y mejor remunerados, según un aviso del Registro Federal.
El nuevo proceso se dio a conocer tras el anuncio de la Casa Blanca el viernes, que introducirá una tasa de 100 000 dólares para las visas.
Si se aprueba, la iniciativa otorgará mayor peso a las solicitudes de los empleadores que ofrecen salarios altos cuando la demanda anual de visas supera el límite legal de 85 000, según el comunicado. El objetivo es proteger mejor a los estadounidenses de la competencia salarial desleal de los trabajadores extranjeros.
Algunas grandes tecnológicas advirtieron a los titulares de visas que permanecieran en EE. UU. o regresaran con rapidez, lo que desató una caótica lucha por volver al país.
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