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CIUDAD DE MÉXICO (EFE). — Diversas organizaciones de la sociedad civil en México emitieron una advertencia acerca de los peligros que conlleva la publicidad en línea para menores de edad, y solicitaron medidas inmediatas a los entes reguladores y a las empresas de tecnología para salvaguardar a los consumidores más vulnerables.
El pronunciamiento se realizó al presentar el primer análisis nacional sobre vigilancia publicitaria.
Tec‑Check y El Poder del Consumidor advirtieron que “cada click, búsqueda o compra en la red deja huellas que las compañías emplean para afinar los anuncios según los gustos y el estado anímico de los usuarios”. Este proceso, conocido como “vigilancia publicitaria”, puede derivar en prácticas “manipuladoras, discriminatorias e invasivas”, sobre todo cuando se trata de menores.
El informe, titulado “Vigilancia a consumidores digitales: cómo la publicidad te perfila, discrimina y vulnera”, muestra el modo en que plataformas digitales y redes sociales acumulan datos de forma masiva.
“La publicidad digital no solo informa: también puede aprovechar momentos de vulnerabilidad, reforzar estereotipos, discriminar y manipular decisiones”, expresó Fiorentina García Miramón, directora ejecutiva de Tec‑Check.
Uno de los hallazgos más alarmantes es que los algoritmos no hacen distinción por edad. “A los niños y adolescentes se les trata como adultos en el entorno digital”, señaló el estudio. Sitios como YouTube, Instagram y TikTok siguen la actividad de los pequeños para dirigirles campañas agresivas de alimentos ultraprocesados, suplementos no aptos, bebidas alcohólicas, cigarrillos electrónicos, servicios de juego y hasta contenido pornográfico.
“Muchos no somos conscientes de la cantidad y tipo de datos que las grandes plataformas recogen de nosotros y cómo los emplean para colocar ciertos productos y servicios en momentos de fragilidad”, comentó Ana Larrañaga, investigadora de El Poder del Consumidor. Esa opacidad pone en riesgo el desarrollo emocional y físico de los menores.
Entre los peligros señalados aparecen el refuerzo de estereotipos de género, la explotación de patrones de ansiedad y la promoción de hábitos de consumo nocivos. “Reglamentar esta publicidad no es un lujo, es un derecho de quienes consumimos en línea”, reiteró García Miramón. Las entidades subrayaron que los menores están expuestos a contenidos que dañan su salud y bienestar.
Frente a este panorama, se solicitó la intervención de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la Unidad de Protección de Datos Personales de la Secretaría de Anticorrupción y Buen Gobierno, y la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones. “Es imprescindible que los organismos reguladores y las plataformas tecnológicas abran un diálogo público con la sociedad civil y el mundo académico”, manifestó García Miramón.
Medidas preventivas
El estudio propone cinco acciones inmediatas: investigar el uso de datos personales con fines publicitarios, prohibir la publicidad personalizada dirigida a menores, limitar el tratamiento de información sensible como salud o orientación sexual, mapear toda la industria de la publicidad digital e impulsar campañas de sensibilización ciudadana.
“Es hora de que México discuta y enfrente este problema. De lo contrario, quedaremos rezagados frente a países como Brasil o Chile”, advirtió García Miramón. Las organizaciones consideran que el país debe avanzar hacia una normativa más estricta y eficaz que proteja a los consumidores digitales.
El informe también subraya que “la publicidad dirigida puede afianzar patrones de consumo compulsivo en edades tempranas”, lo que podría traducirse en efectos a largo plazo sobre la salud mental y física de los menores.
“La recolección masiva de datos sin consentimiento informado constituye una forma de violencia digital”, puntualizó Larrañaga.
Las entidades hicieron un llamado a informarse y exigir transparencia. “La protección de datos personales debe ser una prioridad nacional”, reforzó García Miramón.
El informe completo está disponible en los sitios web de Tec‑Check y El Poder del Consumidor.
Con esta investigación, México da un paso importante hacia la defensa de los derechos digitales de la infancia. “No podemos permitir que el mercado digital ignore la vulnerabilidad de nuestros niños y niñas”, concluyó García Miramón.
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