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Ciudad de Guatemala (AP) — El homicidio de un oficial que realizaba labores de vigilancia en una zona conflictiva de la capital guatemalteca provocó un amplio operativo que terminó con la muerte de dos miembros de pandilla en un tiroteo contra las fuerzas policiales y la captura de 17 personas, entre ellas tres menores de edad.
El suceso se dio la noche del miércoles en el Barrio El Gallito, y según relató el jueves a The Associated Press el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez, “existe un movimiento delictivo en el que la Mara Salvatrucha busca desplazar a Los Caradura —una organización de narcomenudeo que opera en distintos sectores de la ciudad— y eso origina este nivel de violencia. Nuestra meta es detenerlos”.
Después del choque, la policía efectuó diez redadas, en las cuales incautó más de dieciocho armas, incluyendo una subametralladora, dos rifles AR15, catorce carabinas y chalecos antibalas, entre otros objetos.
“Durante mucho tiempo este sector fue una zona inexpugnable, pero hoy estamos poniendo en evidencia la capacidad y el vigor de la policía. Conocíamos a lo que nos íbamos a enfrentar y actuamos con determinación y firmeza. Nuestras medidas buscan proteger a la ciudadanía de la criminalidad organizada”, comentó a la AP Claudia Palencia, viceministra de Gobernación.
El homicidio del oficial ocurrió un mes después de que otros dos policías fueran asesinados y un tercer agente resultara herido al este de la ciudad, mientras intentaban, con la fiscalía, ejecutar una redada.
El miércoles, Cleofas Valery Ortega Guzmán custodiaba la zona cuando un grupo de hombres lo reconoció y le disparó, causándole la muerte. Como reacción, alrededor de 500 policías y militares ingresaron al Barrio El Gallito, llevando a cabo una operación de gran magnitud.
En videos que se difundieron en redes sociales se observa a policías con chalecos de identificación persiguiendo a los pandilleros y solicitando a los vecinos que se refugien en sus hogares.
Jiménez resaltó las recientes designaciones de Estados Unidos que catalogaron a la pandilla Barrio 18 como una entidad terrorista, al igual que la medida de febrero dirigida contra la Mara Salvatrucha. “Quienes se asocien con ellos, sea cual sea la motivación, lo reconsiderarán, ya que habrá repercusiones”, agregó.
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