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Miguel Ángel Jiménez ha recorrido el mundo entero con su taco de golf en la mano. Ha conquistado 21 títulos en el European Tour y siete en el PGA TOUR Champions. Ha jugado en los campos más prestigiosos del planeta y ha compartido escenario con las grandes leyendas del deporte.
Y, sin embargo, lo que hoy le maravilla está más cerca de lo que muchos imaginan: los campos de golf de República Dominicana.
El pasado sábado, el veterano español visitó Vistas Golf Country Club, un exclusivo enclave diseñado por Greg Norman, donde disputó una partida de 18 hoyos y sostuvo charlas con los socios del club.
Para Jiménez, que lleva décadas vinculado al golf profesional, la experiencia reafirma una convicción: el golf dominicano ha crecido de forma sorprendente.
«En los últimos años, este país ha dado un salto gigantesco. Aquí existen campos de primera categoría. Solo hay que ir a Punta Cana, La Romana o a este mismo Vistas Golf Country Club para comprobarlo. Aquí lo tenemos todo», declaró Jiménez al Listín Diario.
El comentario no es menor. En los últimos años, la isla se ha consolidado como destino de golf para celebridades y deportistas internacionales. Personalidades de la talla de Michael Jordan, LeBron James o el actor Dwayne Johnson, entre muchos otros famosos, han visitado el país para disfrutar de sus campos, lo que confirma la proyección de la República Dominicana como referencia del golf en el Caribe.
Pero, más allá de los elogios, ¿qué mantiene en pie la motivación de un hombre que lo ha ganado prácticamente todo en el golf? Jiménez lo tiene claro…
«El golf es mi pasión. La gente que me conoce sabe que, aparte del vino y los puros, lo que me da vida es el golf. Mientras tenga salud, seguiré jugando», afirma el campeón.
El español, conocido por su estilo carismático y su disciplina, asegura que parte de su vitalidad proviene de mantenerse en forma y preparar cada ronda como si fuera la primera.
«Estirarme, entrenar, cuidarme antes de cada partida, todo eso me regenera, me alegra la vida», añadió.
Desde hace siete años, Jiménez tiene residencia en una villa de Casa de Campo. Y según confesó, no piensa mudarse.
«Aquí encuentro todo: calidad de vida, hospitalidad y golf», comentó sonriendo.
Su visita a Vistas Golf Country Club fue otra muestra del lazo especial que lo une al país. En un escenario único, rodeado de entusiastas del golf, Jiménez no solo demostró su talento en el campo, sino también su admiración por un deporte que, en República Dominicana, sigue creciendo a pasos agigantados.
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