Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.
TALLAHASSEE, Florida, EE. UU. (AP) — En los últimos cinco meses, la policía de Florida ha detenido a más de 6 000 individuos presuntos de encontrarse en EE. UU. sin el permiso necesario, informó el viernes un representante de la Patrulla Fronteriza, mientras el estado sigue con su política enérgica para avanzar la campaña de deportaciones a gran escala del presidente Donald Trump.
Esa cantidad se equipara a los más de 5 000 detenidos en un lapso de tres meses en la zona de Los Ángeles, según el Departamento de Seguridad Nacional, y a los más de 940 arrestos que las autoridades efectuaron en un mes en el marco de una operación en Washington, D.C.
Los entes locales y estatales de Florida han recibido permiso para lanzar una extensa campaña de aplicación de la normativa migratoria destinada a detener a residentes sin estatus legal, gracias a la reactivación, por parte del gobierno de Trump, de un programa federal antiguo que transfiere competencias a la policía municipal, a los jefes de los departamentos del condado y a las agencias estatales.
En el estado de acogida del presidente, más departamentos locales y estatales han suscrito los convenios denominados acuerdos 287(g) que en otros estados son menos habituales. Algunas entidades firmantes parecen carecer de vínculo directo con la aplicación de la ley migratoria, como el Departamento de Servicios de Lotería de Florida.
El viernes, las autoridades comunicaron que, en una operación llevada a cabo por agencias locales, estatales y federales, se ejecutaron más de 350 detenciones en el centro de Florida durante cuatro días. En declaraciones a la prensa durante un evento en Cocoa, Florida, Jeff Dinise, oficial jefe de la patrulla del sector de Miami de la Patrulla Fronteriza de EE. UU., afirmó que el gobierno federal no cuenta con “mejor aliado” que el estado de Florida, y lo presentó como un modelo a nivel nacional.
“El estado de Florida y nuestros alguaciles están integrados en cada aspecto de la seguridad nacional”, sostuvo Dinise.
En un territorio donde casi una cuarta parte de la población nació en el extranjero y gran parte de la economía depende del turismo, la hostelería y la agricultura, Florida resulta un escenario perfecto para que las fuerzas policiales localicen y detengan a individuos sospechosos de estar en el país de manera irregular, en operativos focalizados que los defensores de inmigrantes describen como discriminatorios. Los controles de tráfico orientados a capturar a trabajadores inmigrantes sin documentación mientras se dirigen a su empleo han resultado en la detención de al menos dos ciudadanos estadounidenses en Florida.
El estado también destina cientos de millones de dólares para alojar a internos migratorios del gobierno federal, manteniéndolos en centros gestionados por la autoridad estatal mientras recursan sus casos o aguardan la deportación. El centro de detención provisional en los Everglades de Florida, conocido como la “Alcatraz de los caimanes”, ha sido objeto de varias demandas federales que pretenden clausurar el aislado conjunto de tiendas de campaña y remolques.
A principios de este mes, las autoridades floridanas comunicaron la apertura de una segunda instalación de detención migratoria en una cárcel estatal situada al este de Jacksonville.
Kate Payne pertenece al equipo de The Associated Press/Report for America Statehouse News Initiative. Report for America es un programa nacional sin fines de lucro que sitúa a periodistas en redacciones locales para cubrir asuntos poco tratados.
Esta noticia fue traducida del inglés por un editor de AP con la asistencia de una herramienta de inteligencia artificial generativa.
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