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Como parte del endurecimiento de su política migratoria, Washington anunció en junio que los permisos de entrada para los nacionales de Camerún, Etiopía, Ghana y Nigeria quedarían restringidos a tres meses y una única admisión.
Sin embargo, Estados Unidos revocó esas limitaciones para Ghana, informó el viernes su canciller de Relaciones Exteriores. En un momento en que el país africano se ha convertido en un punto clave de acogida para los migrantes deportados bajo la administración de Donald Trump, el canciller Samuel Okudzeto Ablakwa señaló que “las restricciones de visado impuestas por EE. UU. a Ghana fueron anuladas”.
A partir de ahora, los ghaneses podrán solicitar visados de entrada múltiple con validez de cinco años, además de disfrutar de mayores ventajas consulares. Ablakwa comentó en la red social X que la “buena noticia” había sido transmitida por funcionarios estadounidenses al margen de la Asamblea General de la ONU.
Después de varias negociaciones, el presidente ghanés, John Mahama, reveló a principios de este mes que su país había aceptado acoger a migrantes de África Occidental deportados por EE. UU. Al menos 14 personas han sido remitidas allí desde principios de septiembre. Según sus abogados, todos los migrantes enviados a Ghana habían obtenido protección de los tribunales de inmigración estadounidenses contra la expulsión a sus países de origen; sin embargo, Accra ha devuelto al menos a cuatro de ellos a su tierra natal, según datos de la AFP.
Trump ha convertido las llamadas deportaciones a “terceros países” en una carta de presentación de su campaña contra la migración irregular, enviando a personas a destinos donde no tienen lazos familiares ni vínculos, entre ellos la prisión de máxima seguridad Cecot, en El Salvador.
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