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El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, declaró ayer, miércoles, que apuesta por un “despliegue ágil” de la nueva misión internacional para enfrentar a las bandas armadas en Haití e hizo un llamado a que otros países se unan a este esfuerzo. El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó el martes una resolución de EE. UU. para el envío al país caribeño de la Fuerza de Eliminación de Pandillas (GSF), que sustituirá a la Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS).
“Trabajaremos estrechamente con los demás miembros del Grupo Permanente de Socios para asegurar el rápido despliegue de la GSF”, expresó el jefe de la diplomacia estadounidense en un comunicado.
Según Rubio, esta nueva fuerza “enfrentará los desafíos de seguridad inmediatos de Haití y sentará las bases para la estabilidad a largo plazo” del país caribeño.
Destacó que la GSF operará en conjunto con la recién creada Oficina de Apoyo de Naciones Unidas en Haití (UNSOH) y contará con “los recursos indispensables para combatir a las pandillas”.
“EE. UU. mantiene su compromiso de cooperar con los actores internacionales para apoyar el camino de Haití hacia la paz, la estabilidad y la gobernanza democrática. Hacemos un llamado a todas las naciones para que se sumen a nosotros en este esfuerzo crucial”, señaló.
Respaldada por el Gobierno haitiano, la GSF contará con hasta un máximo de 5 500 efectivos policiales o militares, asistidos por 50 civiles, y tendrá un mandato inicial de 12 meses. La creación de esta nueva fuerza para combatir a las pandillas se espera que prospere y deje atrás una serie de misiones similares que no han logrado garantizar la seguridad en el país más pobre del continente.
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