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Springfield, Illinois.- El mandatario estatal de Illinois, JB Pritzker, criticó abiertamente que la administración de Donald Trump le impuso un “exigencia” para movilizar a la Guardia Nacional dentro del territorio, advirtiendo que, si se negó, el gobierno federal incorporaría a 300 de sus integrantes.
Pritzker describió la decisión como “inaceptable y anti‑estadounidense”, argumentando que se trata de un intento de “control político” por parte de la Casa Blanca, no de una medida legítima para salvaguardar la seguridad ciudadana.
“Esta mañana, el Departamento de Guerra del presidente Trump me lanzó un ultimátum: convoca a tus tropas o lo haremos nosotros”, señaló Pritzker en un comunicado.
El gobernador demócrata sostuvo que la intención de Trump es desplazar a 300 miembros de la Guardia de sus puestos y familias para emplearlos en una “puesta en escena fabricada”. “Para Donald Trump nunca se ha tratado de seguridad, sino de dominio”, enfatizó.
Pritzker también puso al descubierto una escalada de agresiones atribuidas a agentes federales encubiertos en el estado, citando el vertido de productos químicos cerca de una escuela, la detención de funcionarios electos y el allanamiento de un supermercado Walmart.
Defensa de las autoridades locales
El gobernante defendió la coordinación de las fuerzas policiales locales, que, según sus palabras, han mantenido el orden alrededor del centro de detención de ICE en Broadview, epicentro de recientes manifestaciones.
Pritzker concluyó asegurando que no activará la Guardia Nacional bajo las órdenes de Trump y que rechazará cualquier intento federal de usar la fuerza con fines políticos.
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