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Edanco 2025: una travesía de dos décadas de danza contemporánea en la República Dominicana

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Cuando se creó, en la República Dominicana había muy poco espacio para la danza contemporánea como corriente artística reconocida.

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Los dominicanos tenemos la capacidad de lograr milagros y, curiosamente, de no darnos cuenta de que los hemos realizado.

Uno de esos prodigios es el Festival Internacional de Danza Contemporánea (Edanco 2025), cuya vigésima edición concluyó sus presentaciones con el espectáculo “A la inversa”.

El programa incluyó una actuación tan inesperada como gloriosa: la del creador del evento, el coreógrafo y bailaor Edmundo Poy, fundador del festival, quien subió al escenario junto a Wileydy Contrera para interpretar “Muerte a primera vista”.

Después de muchos años sin presentarse, Poy dejó sentir en el escenario de la Sala Máximo Avilés Blonda que la pasión por la danza aún late con fuerza en sus venas. Se entregó a la coreografía de Wileydy Contrera, puesta sobre la música de Frédéric Chopin, reinterpretando esa pieza que en 1996 marcó un hito significativo, no solo por su carga emotiva y simbólica, sino por lo que significó para la danza contemporánea de República Dominicana. Esa misma obra permitió volver a verlo en escena el pasado domingo, como homenaje al 20.º aniversario del festival.

Edanco es un milagro artístico dominicano singular, un patrimonio del espectáculo de la danza moderna que, año tras año, deja su huella y su aporte a los bailarines locales, beneficiados por el intercambio de experiencias y el conocimiento de las corrientes más actuales de esta disciplina que transforma la poesía en movimiento. Cuando se creó, en la República Dominicana había muy poco espacio para la danza contemporánea como corriente artística reconocida. Se distinguía del ballet clásico y de las formas más tradicionales, y precisamente el festival buscaba dar visibilidad a nuevas creaciones, entre otras iniciativas.

Se pretendía — y se logró — no solo montar funciones de danza, sino también generar sentido comunitario, diálogo de ideas y consolidar un festival regular, con proyección tanto local como internacional.

Afortunadamente, Edanco se ha convertido en uno de esos eventos en los que hemos sido constantes y responsables como nación.

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