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FLORENCIA, Arizona.- Las autoridades de Arizona llevaron a cabo la ejecución de Richard Kenneth Djerf, de 55 años, el viernes pasado. Djerf había sido sentenciado por el asesinato de cuatro integrantes de una familia de Phoenix en 1993, un acto motivado por la venganza a causa de un robo. Esta representa la segunda ejecución realizada en el estado en lo que va del año y la cuarta a nivel nacional durante esta semana.
Djerf fue declarado fallecido mediante inyección letal, después de haber permanecido más de 29 años encarcelado por los homicidios de Albert Luna Sr., Patricia Luna, su hija Rochelle (de 18 años) y su hijo Damien (de 5 años). El brutal incidente fue cometido el 14 de septiembre de 1993. El convicto no solicitó clemencia y optó por no emitir una declaración final.
“La ejecución llevada a cabo hoy proporciona justicia a cuatro víctimas inocentes y ofrece un cierre a sus seres queridos”, manifestó Kris Mayes, la fiscal general de Arizona, cuya oficina impulsó el proceso.
El procedimiento duró aproximadamente 15 minutos. De acuerdo con John Barcello, subdirector del Departamento de Correcciones, el equipo encargado de la ejecución experimentó dificultades al intentar la inserción de las vías intravenosas, debido al deterioro de las venas de Djerf.
Antes de su deceso, Djerf hizo pública una declaración en la que admitía los crímenes y pedía disculpas por el sufrimiento ocasionado. Los fiscales indicaron que el hombre buscó vengarse de la familia Luna porque estaba convencido de que Albert Luna Jr., el hijo mayor, le había robado. Djerf agredió sexualmente a Rochelle, asesinó a Albert Sr. utilizando un bate y un arma de fuego, y luego acabó con la vida de Patricia y Damien tras haberlos inmovilizado atándolos a unas sillas.
Arizona ha sido objeto de críticas por previas ejecuciones consideradas mal gestionadas o fallidas, destacando el caso de Joseph Wood en 2014, incidente que resultó en una moratoria de casi ocho años. Las ejecuciones se retomaron en 2022, fueron suspendidas nuevamente en 2023, y reiniciaron tras una exhaustiva revisión ordenada por la gobernadora Katie Hobbs.
Tras la muerte de Djerf, 107 reclusos permanecen esperando su ejecución en el corredor de la muerte de Arizona. Conforme a datos del Centro de Información sobre la Pena de Muerte, se tienen programadas cinco ejecuciones adicionales en Estados Unidos para este año, incluyendo dos en Florida y una en Alabama, Oklahoma y Tennessee, respectivamente.
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