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Carolina del Norte.- Un inesperado suceso acaecido en Chapel Hill, Carolina del Norte, está sirviendo como un urgente llamado de atención sobre los importantes riesgos de seguridad asociados a las baterías de iones de litio.
El incidente, completamente involuntario, tuvo lugar en el hogar de Colton, un perro de solo 5 años, quien originó un incendio doméstico al mordisquear una de estas baterías. Los hechos se desarrollaron aparentemente mientras el can se encontraba solo en el inmueble.
El suceso fue grabado por una cámara de seguridad instalada en el interior de la vivienda. El metraje revela cómo Colton consiguió romper la cubierta protectora de una batería que, según el Departamento de Bomberos de Chapel Hill, no estaba almacenada de manera segura.
Casi inmediatamente después de ser mordida por el can, la batería comenzó a expulsar una gran cantidad de humo para luego prenderse fuego con rapidez. La escena generó revuelo en las plataformas sociales, máxime porque el incidente ocurrió sobre una alfombra en la sala de estar.
Lo cierto es que, a pesar de lo espectacular de las llamas iniciales, el fuego únicamente se mantuvo activo por pocos segundos. Además, la reacción de Colton conmovió a la audiencia, puesto que al percatarse de lo ocurrido, salió rápidamente en dirección a la escalera. Afortunadamente, el lomito no sufrió ninguna lesión.
Transcurridos unos minutos, el fuego se extinguió por sí solo. Los daños materiales se limitaron exclusivamente a la alfombra, que quedó con un agujero debido al calor de la batería, además de algunos desperfectos menores causados por el humo.
El dueño de la casa resulta ser bombero. Fue el propio Departamento de Bomberos de Chapel Hill el que divulgó el impactante video a través de Facebook, buscando así concienciar a la ciudadanía acerca de los riesgos latentes que suponen estos elementos energéticos.
En su comunicado, las autoridades destacaron la enseñanza de este percance: “Lo que le sucedió nos recuerda la importancia crucial de almacenar y desechar de forma segura las baterías de iones de litio”.
El caso de Colton pone de manifiesto la imperiosa necesidad de adoptar precauciones para prevenir que situaciones cotidianas culminen en tragedias, subrayando la vulnerabilidad de estos dispositivos si no se les proporciona un lugar seguro, fuera del alcance de mascotas e infantes.
Aunque no se ofrecieron detalles sobre el estado de salud del animal, todo indica que se encuentra bien, quedando el evento en un simple susto y, sobre todo, como una significativa lección de seguridad.
Las baterías de iones de litio son un componente fundamental en nuestra vida contemporánea (alimentando teléfonos, computadoras portátiles, herramientas, vehículos eléctricos), pero su alta densidad energética y composición química conllevan serios peligros si no se manipulan o guardan correctamente.
Los principales riesgos asociados a las baterías de litio son:
– Peligros de incendio y explosión (Fuga Térmica): Este es el riesgo más crítico. Sucede cuando la energía acumulada se libera de forma descontrolada, iniciando un proceso denominado fuga térmica.
– Reacción en cadena: El sobrecalentamiento de una célula provoca su combustión, calentando a las células adyacentes. Esto desencadena una reacción en cadena que provoca un incendio explosivo y muy virulento, que se propaga rápidamente y resulta difícil de controlar.
Estas son algunas de las causas más frecuentes:
– Daño físico: Penetración, aplastamiento, golpes o caídas (como en el caso del perro), que comprometen la estructura protectora y el separador interno.
– Daño eléctrico: La sobrecarga eléctrica (dejar una batería llena conectada o usar cargadores incompatibles) o una descarga excesivamente profunda.
– Temperaturas extremas: Exposición a fuentes de calor (como radiadores o luz solar directa) o a temperaturas bajo cero.
– Defectos de fabricación: Fallos estructurales o defectos internos que causan cortocircuitos.
Un incendio provocado por una batería de litio libera más que solamente fuego.
Gases inflamables y tóxicos: La combustión genera vapores tóxicos (como monóxido de carbono, butadieno, carbonatos) que pueden ser cancerígenos o incluso letales si se inhalan en espacios cerrados.
Ácido fluorhídrico (HF): En determinadas etapas del incendio o durante el proceso de fabricación, puede generarse ácido fluorhídrico, lo cual representa un grave peligro para la salud y la seguridad.
Las baterías pueden deteriorarse con el transcurso del tiempo o por un manejo inadecuado, lo que incrementa la probabilidad de los problemas antes descritos.
Señales de Daño: Una batería que está volviéndose peligrosa frecuentemente presenta indicios de deterioro, tales como:
Contaminación: Resulta ilegal y peligroso arrojar las baterías de iones de litio a la basura común o al reciclaje no especializado, ya que sus componentes químicos pueden contaminar o encenderse en los centros de gestión de residuos. Deben ser llevadas a puntos de reciclaje específicos.
Para mitigar estos riesgos, los expertos aconsejan siempre usar el cargador suministrado originalmente, evitar cargar los dispositivos sin supervisión o durante la noche, mantener las baterías a temperatura ambiente y distantes de objetos inflamables, y llevarlas a servicio técnico profesional si muestran cualquier indicio de deterioro.
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