Internacionales

Cien lunas que modificaron el modo de administración

8916575991.png
Sin teleprompter ni preguntas preestablecidas, se sentó con periodistas en un encuentro que denominó LA Semanal con la Prensa.

Este contenido fue hecho con la asistencia de una inteligencia artificial y contó con la revisión del editor/periodista.

LA Semanal: La Reconfiguración del Diálogo entre el Poder y los Ciudadanos

El día 28 de agosto del año 2023, el presidente Luis Abinader decidió romper con una vieja usanza del poder en República Dominicana: la lejanía. Sin teleprompter ni preguntas preestablecidas, se sentó con periodistas en un encuentro que denominó LA Semanal con la Prensa. Un centenar de ediciones después, este espacio se ha consolidado como una verdadera institución.

En una región donde a menudo los líderes se parapetan tras comunicados oficiales, Abinader optó por la exposición constante. Cada lunes, durante un promedio de 1 hora, 2 minutos y 31 segundos, ofrece respuestas directas sin guion, presenta un asunto de interés nacional y atiende cualquier pregunta. Mientras otros políticos buscan visibilidad en plataformas ya creadas, como podcasts o tertulias, Abinader desarrolló la suya propia: un formato inédito, con la capacidad de expandirse por todos los ecosistemas mediáticos.

Lo que inició como una señal de *apertura* se ha transformado en una metodología de rendición de cuentas y gestión que ha modificado la interacción entre quienes gobiernan y la ciudadanía. LA Semanal trascendió el ser solo un encuentro con la prensa para convertirse en un instrumento de gobierno, una estrategia comunicacional dinámica y constante.

A lo largo de sus cien emisiones, La Semanal se ha erigido en un reflejo de los temas prioritarios a nivel nacional. El recorrido temático ha incluido desde la seguridad y la dinámica migratoria en la frontera con Haití, hasta la educación, la innovación tecnológica y la inclusión social. También se han abordado la transparencia gubernamental, la reforma del cuerpo policial, la captación de inversión foránea, el empleo juvenil, la ecología y la lucha contra la corrupción. De igual modo, se han dedicado espacios a debates sobre sanidad pública, equidad de género, energía y vivienda, lo cual subraya una agenda de trabajo exhaustiva que supo combinar las apremiantes coyunturas con las necesarias transformaciones de fondo. En suma, este amplio espectro evidencia que La Semanal no fue simplemente una política comunicacional, sino un testimonio narrado en *tiempo real* de las preocupaciones fundamentales del Estado dominicano.

El cambio se sintió de inmediato en el ambiente político. Antes de 2023, el país se limitaba a comunicados fríos y ruedas de prensa muy ocasionales. Hoy, las discusiones políticas más relevantes surgen a partir de LA Semanal, y el diálogo directo con los medios se ha instaurado como norma. Tan es así que el sector opositor, que al principio se burló del formato, terminó por replicarlo. Leonel Fernández, quien históricamente guardaba distancia de la prensa, incorporó encuentros semanales en su campaña de 2024. Danilo Medina, que durante su mandato eludía el escrutinio, ha reaparecido con declaraciones meticulosamente calculadas. Es una paradoja notable: aquellos que antes enmudecían ahora emulan a quien sí habla.

Asimismo, LA Semanal ha alterado la propia estructura del debate político. Mientras en otras democracias la exposición pública se maneja como un factor de riesgo, Abinader la convirtió en un canal de comunicación constante con su nación, utilizando a la prensa como intermediaria. Cada sesión, difundida por numerosos medios, representa el suceso más visto en directo en el canal oficial de YouTube de la Presidencia, solamente superado por los discursos de rendición de cuentas anuales. En las primeras 24 horas, cada edición logra un promedio de 14.909 reproducciones, una cifra que resultaría la envidia de cualquier estratega de medios digitales.

En el contexto de América Latina, a los presidentes les suele obsesionar dejar *legados palpables*: grandes obras, autopistas, monumentos. Pero los legados que verdaderamente se incrustan en el tiempo son los *legados experimentables*, aquellos que modifican la cultura, la conducta y robustecen la confianza social. Lee Kuan Yew, el fundador de Singapur, es recordado no solo por los modernos edificios o carreteras, sino por haber dejado una colectividad más ordenada, cívica y consciente de un destino compartido. Él solía afirmar que las naciones se reforman no únicamente con grandes infraestructuras, sino con la siembra de valores. Abinader recorre ambos caminos: los logros *VISIBLES* que modernizan la infraestructura del país y los *VIVIBLES* que están sentando las bases para una nueva cultura política, como el impulso a un Ministerio Público independiente y la inserción de mecanismos constitucionales que restringen la reelección presidencial.

Cien semanas después, LA Semanal es mucho más que una simple rueda de prensa; se ha convertido en una cátedra sobre cómo conducir una conversación pública moderna. Revela que la transparencia, cuando se integra como un hábito, puede ser la estrategia más eficaz para ejercer el liderazgo. Y en una era donde muchos se comunican para imponer su discurso, Abinader no ha buscado dominar la narrativa, sino humanizar el ejercicio del poder.

TRA Digital

GRATIS
VER