Busca soluciones de urgencia ante el control que tiene Rusia sobre el Ártico, cuyo valor estratégico se acrecienta diariamente debido a su acelerado proceso de deshielo.
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Otra vez Estados Unidos pretende quedarse con Groenlandia. La primera vez que esto se pensó fue en 1867. ¿Conseguirá esta vez el país, con Trump a la cabeza, izar la bandera de las barras y estrellas en la isla?
Ni el Reino de Dinamarca, dueño de este territorio, ni sus 57.000 habitantes, mayoritariamente nativos, parecen representar un freno para las intenciones de expansión del actual presidente.
EE. UU. busca soluciones de urgencia ante el control que tiene Rusia sobre el Ártico, cuyo valor estratégico se acrecienta diariamente debido a su acelerado proceso de deshielo.
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