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Una reforma fiscal resulta imprescindible, si bien colisiona con intereses de larga data, siempre de acuerdo con las observaciones de los economistas

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A pesar de esto, ambos especialistas sugirieron que la óptica debería mutar hacia un análisis exhaustivo tanto de las exenciones tributarias como del destino final del dinero gastado por el Estado.

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Los expertos en economía confirman la imperiosa necesidad de implementar una reforma tributaria, si bien examinaron las complejidades estructurales y políticas que obstaculizan su puesta en marcha de forma completa en la República Dominicana.

Durante una entrevista emitida en el espacio televisivo “El Día”, del canal Telesistema 11, Veloz aseveró que “la reforma fiscal resulta indispensable, le guste o no al gobierno”, aunque precisó que cualquier gestión gubernamental choca con una barrera política: “El asunto es gravar a aquellos que históricamente han gozado de favores fiscales estatales”, haciendo alusión a las exenciones, la evasión y las amnistías tributarias de las que se han beneficiado, tradicionalmente, grupos económicos influyentes.

Subrayó que “es sumamente complicado que aquellos que aportan a las campañas políticas terminen aceptando una reforma fiscal que les resulte perjudicial”, lo que, en su opinión, conforma el “principal escollo político” de esta problemática.

Resaltó que, por más de medio siglo, grupos tradicionales han eludido tributos como el ITEBI y el impuesto sobre la renta, dejando que el peso del financiamiento estatal recaiga principalmente en los estratos medios y bajos: “Los consumidores son quienes soportan la inmensa mayoría de la carga del gasto público”, afirmó.

Por su parte, Francisco Tavares compartió la idea de que la percepción generalizada sobre la reforma fiscal tiende a ser desfavorable: “Cuando la ciudadanía escucha ‘reforma fiscal’, tiende a alarmarse, pues lo relaciona directamente con un aumento de impuestos y menores beneficios”. A pesar de esto, ambos especialistas sugirieron que la óptica debería mutar hacia un análisis exhaustivo tanto de las exenciones tributarias como del destino final del dinero gastado por el Estado.

Veloz cuestionó que los fondos recaudados se dirijan a proyectos promovidos por grupos de poder, tales como sistemas de trenes y monorrieles, que catalogó como “emprendimientos privados maquillados de utilidad pública”. “No solo pagamos impuestos, sino que también financiamos negocios particulares a través del gasto gubernamental”, añadió.

Ambos analistas económicos estuvieron de acuerdo en que la reforma fiscal es inaplazable, pero requiere un compromiso político firme para confrontar los intereses que, a lo largo de la historia, han moldeado la configuración tributaria de la nación.

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