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Los pronósticos del Instituto Dominicano de Meteorología (INDOMET) no dudan en absoluto al asegurar que las lluvias serán intensas entre el miércoles y el sábado de esta semana, sin importar la trayectoria final de la tormenta Tropical Melissa.
Las primeras precipitaciones comenzaron a sentirse durante la tarde de este martes, generando algunas inundaciones y extensos embotellamientos en Santo Domingo. Esto se percibe como un adelanto, o al menos un eco, de lo vivido en noviembre de los años 2022 y 2023.
Se calcula que la tormenta tropical Melissa podría acumular hasta 500 milímetros de lluvia en ciertas áreas del país. Tal volumen de agua podría incluso rebasar los niveles registrados en los dos noviembres anteriores, cuando las precipitaciones causaron un saldo devastador.
Un patrón que vuelve en noviembre
El recuerdo de las fuertes lluvias de noviembre se mantiene fresco debido a que en 2022 y 2023, la nación experimentó dos episodios de lluvias históricas que dejaron pérdidas humanas, daños materiales y una huella difícil de borrar.
Noviembre de 2022
El 4 de noviembre de 2022, un aguacero torrencial azotó el Gran Santo Domingo. El resultado fue de ocho fallecidos: tres a causa de ahogamiento, dos por electrocución y otros dos al ser aplastados por el derrumbe de un muro.
La cantidad de lluvia superó los 266 milímetros en apenas unas horas, resultando en la inundación de avenidas completas, el arrastre de vehículos, el colapso de viviendas y serios daños a infraestructuras públicas y privadas.
Noviembre de 2023
Justo un año después, el sábado 18 de noviembre de 2023, el escenario se repitió, si bien con efectos aún más graves.
En menos de 24 horas se acumularon 431 milímetros de lluvia, lo que constituyó la cifra más alta registrada en el país hasta esa fecha.
Las intensas precipitaciones provocaron el desplome del paso a desnivel en la avenida 27 de Febrero con Máximo Gómez, donde nueve personas perdieron la vida al quedar atrapadas dentro de sus vehículos.
Adicionalmente, Manoguayabo y otros sectores del Gran Santo Domingo sufrieron severas inundaciones; varias casas se vinieron abajo, puentes colapsaron y diversas comunidades quedaron aisladas.
Este desastre forzó la suspensión de actividades educativas, la declaración de emergencia en varias provincias y cuantiosas pérdidas económicas.
En octubre de 2024, y ya cerca de noviembre, el país experimentó de nuevo jornadas de lluvias intensas que generaron inundaciones menores y mantuvieron a las autoridades en estado de alerta, aunque sin la magnitud de los dos años previos.
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