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Paola Mariana Lens, de 26 años, viajó a España el 6 de octubre. El rastro con sus seres queridos se esfumó el 14 de octubre, momento en el que su actividad en plataformas digitales empezó a manifestar conductas extrañas.
Esta joven argentina, Paola Mariana Lens, de 26 años, se encuentra desaparecida en Palma de Mallorca, España, tan solo ocho días después de su llegada para aceptar una propuesta de trabajo como niñera. Su círculo íntimo presume que podría haber sido víctima de una estafa y retención por parte de quienes serían sus empleadores. Originaria del barrio porteño de Villa Devoto, Paola partió hacia España el 6 de octubre con el propósito de trabajar, juntar dinero y posteriormente trasladarse a Andorra para la temporada de esquí. No obstante, el contacto con sus allegados se interrumpió el 14 de octubre, fecha en que su movimiento en redes sociales comenzó a exhibir patrones inusuales.
Gabriela, la madre de Paola, compartió su desazón a los medios, afirmando que cualquier escenario concerniente a su hija es sumamente delicado. Detalló que la muchacha borró WhatsApp, bloqueó contactos en Instagram y emitió señales ambiguas que sugieren que podría estar bajo coacción. Según su testimonio, en una breve videollamada donde estaba acompañada por otra persona de identidad desconocida, Paola no pudo esclarecer su situación, lo cual incrementó las alarmas sobre su seguridad.
En un último intercambio previo a su desaparición, la joven le confió a un amigo, entre sollozos, que se encontraba “super bien”, aunque su tono vocal denotaba una profunda aflicción. Durante esa charla, aseguró haber conseguido un empleo en Mallorca, pero eludió contestar preguntas concisas sobre el motivo del cambio de su número telefónico. Su amigo expresó inquietud y se ofreció a viajar para encontrarse con ella, pero Paola se mostró evasiva y concluyó diciendo que estaba atravesando dificultades personales, pero que no deseaba regresar al “punto de partida”.
Los parientes han sembrado dudas en relación a la oferta laboral que aceptó la joven, la cual estipulaba condiciones aparentemente atractivas, como un salario de 300 euros por 8 horas de trabajo diario, alojamiento, alimentación y otros beneficios. Sin embargo, al intentar presentar una denuncia en España con la ayuda de un tercero, las autoridades no la tomaron porque la persona que denunciaba no conocía a Paola personalmente. Adicionalmente, se han verificado anomalías como la eliminación de correos electrónicos anteriores a septiembre y el bloqueo de sus familiares en las redes sociales, lo que ha complejizado aún más las pesquisas para dar con su paradero.
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